Me ha costado empezar este artículo, pues Strager Things es una serie complicada debido al inmenso mundo que abarca. Habría que hablar de los ochenta, pero es obvio que esta serie rinde tributo y amor a esa década. Desde los nombres de muchos personajes que nos evocan a guionistas, directores y escritores de la década como Carpenter a O’Bannon; hasta guiños claros como planos calcados de adaptaciones de Stephen King.
Esto va a ir con destripamientos varios, ved la serie antes. Por favor.
Si has crecido con esas obras esta serie será como un nuevo amigo que ha vivido lo mismo que tú y te cuenta mil aventuras que te evocan a tu infancia.
No creáis sin embargo que vive de las brasas de un pasado encumbrado por la nostalgia. Esta serie funciona a la perfección como una historia original. Sus guiños son como virutas de chocolate en un helado de chocolate, sin ellos también tendrías un helado.
La historia de Will, un niño que desaparece, la angustia de una madre que no puede controlar sus emociones en esa terrible situación, unos amigos que quieren encontrarlo a toda costa, una joven fugada de un centro de investigación, y… el Demogorgon.
Me dejo muchos personajes, muchas tramas y muchos temas. Esta serie gira en torno al niño desaparecido y el enigma del Demogorgon y en base a ello se construye lo demás de una manera ejemplar. Esto es algo muy importante pues hay subtramas que en otras series estarían metidas con calzador (La trama del padre de Will) y aquí ayudan a la construcción de la trama principal y de los personajes.
Eso demuestra el cariño con el que sus creadores han tratado a esta serie, y eso se transmite también a los demás ámbitos: los actores, la fotografía, los efectos, la ambientación. Me he quedado de piedra con la actuación de Winona Ryder como la madre de Will, si alguien se atreve a decir que sobreactua es que no saben lo que es la desesperación. Incluso con momentos menos impresionantes, ver a dos actores en segundo plano haciendo cosas en la que no te vas a fijar crea una ilusión que se va fortaleciendo hasta absorberte sin misericordia.
Los efectos especiales rozan lo magnifico para una serie de televisión, un par de momentos cutres que se habrían solucionado con efectos prácticos, pero los solventan con otros dignos de una película de alto presupuesto. El diseño del Demogorgon me resulta impresionante.
Y es precisamente con él dónde puedo a empezar a comentar cosas que no se van a ver en los otros diez mil millones de blogs que ya han hablado de Stranger Things. El Demogorgon y Once son personajes salidos de una aventura onírica de Lovecraft.
Once, usando un poder mental inalcanzable, llama la atención de algo de otro mundo. El Demogorgon la utiliza como faro para llegar a nuestra dimensión, atravesando el muro entre dimensiones gracias a que Once lo ha estado debilitando. Esto me recuerda a las aventuras de Randolph Carter dónde viaja a mundos imposibles gracias a los sueños y el Demogorgon parece una mezcla del Gul y Nyarlathotep a nivel de diseño y de mala leche.
¿Cómo no me va a gustar una serie con esas reminiscencias?
Si, mataría a la mitad del plantel pero porque son personajes que van en contra de mi lógica y criterio, no porque sean malos. Están muy bien escritos si logro entender sus motivos y formas de actuar aunque me caigan mal.
Como único punto negativo diría que la redención de cierto personaje debería haber empezado mucho antes y dejando claro que ese rumbo era posible, aunque lo hubieran escondido, porque no me lo creo y llega el final y me sienta como una patada. ¿Por qué? Porque es un personaje imbécil y manipulador al cuál le dan una redención en el último capítulo por… Vaya usted a saber.
Si hubieran optado por ir dándole más peso desde el capítulo cuatro o cinco, ayudando a los otros dos de mala gana, pues mira, me lo hubiera creído mejor. Pero no. Mejor hacemos que haga una garrulada del quince, le dan dos hostias, se arrepiente y redención de último minuto.
Espero que esto lo solucionen en la segunda temporada haciendo que vaya mejorando más y más y no se quede solo en: pues ahora soy bueno porque molo.
(No, no mola. Lleva un peinado hortera a niveles que solo la NASA puede cuantificar.)
Aquí iría mis previsiones, pero eso esta desarrollándose en otro artículo que destripara por completo la serie para poder elucubrar el destino de la trama. Así lo dejamos en una entrada corta para no sobrecargaros.
Personaje favorito: Once.
Momento: «RUN»