Pongo el aviso de que esto va a destripar a fondo así que no te hagas la zancadilla y vete a ver esta película antes de entrar aquí.
Bueno, otra vez nos encontramos Marvel. Ya poco nos puedes sorprender a nivel de calidad. La única forma que tienes a estas alturas de sorprender a alguien es sacando una película mala, porque estreno tras estreno estas demostrando tener un arte y una maestría como pocas productoras tienen. Da igual el producto que tengas entre las manos, los problemas que surjan en su desarrollo o la desconfianza general, siempre traes un producto notable, y la mayoría de las ocasiones sobresaliente.
Este caso no iba a ser distinto, nos has ofrecido un nuevo capítulo en esta serie iniciada en 2008 con Iron Man, y como en aquel caso nos presentas de nuevo a un personaje con más ego que persona. Nos das de nuevo una película de orígenes y de alguna forma te las apañas para darle la vuelta una y otra vez para que resulte nueva, refrescante y original.
Stephen Strange tiene mucho de Tony Stark, y eso lo vemos desde el minuto uno. Sin embargo, no es más que una primera capa de un personaje sumamente complejo, al igual que el resto de personas que pululan por este universo. Strange es el ego magnificado, es el mejor en su trabajo y lo sabe, se regodea sabiendo que es el más listo y el que posee el mayor talento del mundo en su campo. Es el mejor cirujano de la Tierra, y durante una introducción maravillosa nos van perfilando al personaje, su inteligencia, sus rasgos, su comportamiento, su brillantez, su inmenso ego, y lo más importante, su obsesión.
Strange esta obsesionado con ser el mejor en su campo, con mantenerse ahí por siempre. Solo acepta casos que sepa que puede solucionar y engordar su ego y su fama (En ese fragmento, buscando nuevos pacientes, tenemos un cameo encubierto que ayuda a establecer temporalmente la película) y esto es muy importante para que nos creamos lo que le sucederá después.
Tiene el accidente que le destroza las manos, es incapaz de mantenerlas inmóviles, y mucho menos de coger un bisturí con la precisión necesaria. Queda tullido por completo y no tiene ningún arreglo. Al saber como era antes entendemos su obsesión posterior, ni siquiera es capaz de afeitarse, el simple hecho de coger la maquinilla le supone un esfuerzo monumental. Acaba cayendo en una espiral de la que muy difícilmente puede salir pues nadie va ayudarle en sus teorías experimentales para curarse.
Christine (Rachel McAdams), la única que se mantiene a su lado en su caída a los infiernos tratando de que se recupere, trata de demostrarle que tiene más cosas, que vivir es suficiente recompensa para lo que le paso. Pero eso a Strange no le sirve, es incapaz de ver más allá de sus manos. Esta increíblemente bien retratado esa terquedad, el no querer mirar a otro lado, buscar otra vía. Strange acaba echándola de su vida, hiriéndola en el proceso y cortando todo lazo con el mundo en el proceso.
Stephen ha tocado fondo, no tiene alternativas, ni dinero, esta prácticamente en la ruina y sin forma de vivir pues sus manos eran su vida de manera literal. ¿De qué otra forma nos creeríamos que un prestigioso doctor fuera a buscar terapias alternativas salvo que ya no le quede nada y todos los puentes estén quemados?
Pero, ¿cómo aventurarle en el sendero correcto? Dándole un imposible, que el mismo supiera de antes que era imposible. Poniendo en su camino a alguien con una lesión incurable que ahora juega al baloncesto en medio de la calle. Parecerá una tontería pero toda esta introducción me resulta perfecta por lo bien escrita y montada que esta, pues sabe que tiene mucho que contar. No se para en ningún momento y cuenta lo esencial de manera económica, efectiva y correcta.
Incluso el paso del tiempo lo simbolizan con la barba de Strange, no hay escenas lentas para simbolizar el paso del tiempo, vemos como cada vez tiene más barba. Eso beneficia al ritmo de la película que es un no parar, en cuánto ha dado la información necesaria y sabe que el espectador la ha comprendido salta al siguiente paso. De esta forma consigue que dos horas de película se me pasasen volando. Literalmente, cuándo vi el final no me podía creer, parecía que habían pasado veinte minutos.
Y aun con este ritmo frenético te encariñas con los personajes. Wong apenas tiene escenas o frases y sin embargo recuerdo todas sus escenas. Mordo lo mismo, un personaje muy complejo y que va a dar mucho de que hablar en el futuro como debe ser dado el personaje que es, además de muy bien construido su arco, al llegar al final comprendes perfectamente porque toma las decisiones que toma.
Y hablando de decisiones, ya pondré un aviso más arriba de spoilers, la de Strange es la más dura. Creo, si no me falla la memoria, que estamos ante el primer personaje de Marvel que es un héroe porque le convencen de serlo. Si, tenemos a Spiderman pero su decisión de ser héroe es propia, aquí no.
El anciano habla con Strange para explicarle porque debe ser un «superheroe». Las comillas vienen porque no se lo dice así. Si, puede curar sus manos y volver a ser un cirujano, pero el mundo saldrá perdiendo. El arco de Strange es aceptar que su potencial se desaprovecha en un hospital inflando su ego, que él sirve para algo mucho más grande aunque nadie le reconozca el merito. Esto entronca además con el motivo de Strange para ser médico, él no lo hace para salvar vidas, es por terror a fracasar. Para él la muerte es un fracaso, quiere ir contra todo, quiere ganar siempre y le enseñan que a veces perder es más importante que ganar, que a veces la naturaleza impone que pierdas y no debes ir contra ella.
Es muy complejo, para ser una película de orígenes el personaje pasa por un arco bastante más complejo de lo habitual. Incluso la batalla final es un mensaje para el propio Strange. Después de intentar una y otra y otra vez ganar, obtiene la victoria sacrificándose y perdiendo. ¿Cuándo ha pasado eso en Marvel? Si, hemos tenido sacrificios, pero los héroes lo hacían a sabiendas que iban a ganar. Strange no, el se lanza en su plan para detener un mal superior, pero sin saber si serviría de algo para frenar al mal mundano.
Bueno, este artículo va destripando todo, es tonteria hablar con rodeos.
Strange se lanza contra Dormammu, lo encierra en un bucle temporal dónde el propio Strange va a morir una y otra vez, solo para detener a Dormammu. El villano real de la película sigue suelto en la Tierra. Stephen se sacrifica encerrándose a sí mismo con Dormammu solo para dar esa oportunidad. Nada le asegura que la Tierra no sea masacrada por Kaecilius que al fin y al cabo sigue teniendo un poder inmenso y solo dos hechiceros para frenarle.
Tal vez le este dando muchas vueltas y el final sea más típico de lo que parece, pero si lo es, aun tiene más merito porque el director lo ha sabido camuflar a la perfección.
Una película de orígenes muy extraña si me permitís la broma. Sigue los esquemas, incluso empieza con un personaje muy similar a Stark, pero se desliga rápido de ello para ofrecernos un delirio visual con un ritmo envidiable y unos personajes que quieres volver a ver.
No creo que tenga que hablar mucho del apartado visual, mucho se esta vertiendo y se verterá sobre este tema. Solo un par de acotaciones, la primera en referencia a una reseña que es para apalear al que la escrito por acusar a esta de plagiar Origen. De entrada, esta película es lo que debería haber sido Origen. No se contiene ni un gramo, salta en barrena, sin cuerda, ni paracaídas ni red de seguridad.
Estamos en Marvel y esto va de magia y magia vais a tener. Ponen el mundo patas arriba, la gravedad cambia a cada paso, los edificios giran, se agachan, tiemblan como flanes. Sientes la magia en el ambiente, una carga eléctrica que te recorre todo el cuerpo. La he visto en la versión normal, no quiero imaginar la experiencia que debe ser verlo en IMAX 3D, el vértigo, la velocidad, eso si que debe ser una montaña rusa. Esta película es perfecta para venderte las gafas de realidad virtual.
A ese nivel llega lo visual en esta película y no siente ningún rubor a la hora de alargar la mano y arramplar con toda la gama de colores. Es una delicia ver esta película, y estoy seguro que la versión doméstica será infinitamente mejor pues los proyectores del cine tienden a oscurecer la imagen. Yo hago desde ya mi apuesta a que esta película se lleva el Oscar a efectos especiales, se lo ha ganado a pulso.
Los comentarios finales van dedicados a los pequeños detalles que se han ganado mi corazón. La capa de Strange tiene vida, es la alfombra mágica de Aladdin prácticamente con momentos hilarantes, y eso me lleva al humor, todo esta metido de manera natural. Vendrá el amargado de turno a decir que le resta dramatismo pero no, la película sabe cuándo meter le chiste para aliviar la tensión y ninguno es chapucero. Todo lo concerniente a la capa es tronchante, las conversaciones de Strange con Wong, incluso el chiste que hemos visto todos en el trailer: Shambala es la clave del wi-fi. Todo el cine estallo en una carcajada con ese chiste. Todo el cine. No fue el único que consiguió ese efecto.
Tenemos que aprender a aceptar el tono de Marvel, bueno, yo lo abrazo con pasión, pero sus detractores deberían dejar de usarlo como arma arrojadiza, Marvel no tienen ninguna intención de ser Netflix, para eso ya tiene a Netflix que lo hace muy bien. Si quieren a Daredevil en la etapa Frank Miller pues se lo dan a Netflix. No veo ningún problema en que Marvel mantenga ese tono de aventura familiar con humor en todas sus películas cuándo cada una sabe meterlo con buena mano. Recordar Civil War lo intensa que era y aun así nos dieron la escena del aeropuerto y los chistes de Falcon y eso no le restó angustia al final.
Creo que me estoy alargando demasiado y al mismo tiempo solo araño la superficie. Me dejo infinidad de cosas en el tintero de las que quiero hablar como El Anciano, Dormammu, la épica escena post-creditos. Os recomendaría verla pero este artículo solo deberían leerlo locos y locos que ya la han visto porque se merece (Como todas) verse en pantalla grande.
Esta película es que tan buena que me hace llorar de felicidad. Punto. Saludos afectuosos.
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