Una de mis películas favoritas y que hasta hace bien poco solo tenía en mi memoria (Gracias, España, por ese maravilloso catalogo de películas y precios que me alienta a la piratería). No recuerdo de dónde proviene esa fascinación, tal vez fueron los leones, el aura de peligro continuo o que salía Batman (Os recuerdo que en 1995 yo tenía tres años, no me lo tengáis en cuenta), pero os puedo asegurar que me sigue gustando.

Pero, ¿de qué trata Los Demonios de la Noche?

A finales de siglo un arquitecto e ingeniero ingles es trasladado a Tsavo, una provincia de África, para construir un puente para la línea de ferrocarriles. John Henry Patterson, el arquitecto, se encuentra allí con los peligros ocultos de la sábana. Dos leones que siembran el terror por Tsavo. Cada amanecer llega con un trabajador muerto, arrastrado de su tienda y devorado entre las hierbas. Dos leones infernales que solo se comían la piel y bebían la sangre. Incapaz de conseguir cazar a esas bestias a pesar de sus esfuerzos, la compañía para la que trabaja le envía a Charles Remmington, un cazador profesional. Juntos se enfrentaran a Fantasma y la Oscuridad.

Me gusta cuándo una película tiene claro que debe entretener por encima de todo. Val Kilmer sigue teniendo esa cara de muerte en vida, pero el actor de doblaje lo soluciona. Eso si, me da un poco de pena Kilmer, en cuanto entra en escena Michael Douglas se come la película y te olvidas de todo y de todos los que no sean Douglas, como cazador de corte clásico. No me extrañaría nada ver a este personaje en cualquier producción de los cincuenta al estilo Mogambo.

Los secundarios son buenos, incluso los extras que deben estar aterrados ante el león cumplen bastante bien.

Hablando de leones, los efectos especiales han envejecido muy bien. Digno de admirar pues esta producida en los albores del cine digital, cuándo a las productora se le fue la cabeza y metía ordenador hasta para hacer papel higiénico. Salvo un par de tomas de superposición,  los trucajes digitales aguantan bien. La mayoría son para hacer al león más grande o meterlo en una escena demasiado peligrosa para tenerlo de verdad. El resto suele tirar de animatronico y leones reales.

No diré que es un imprescindible, pero si os gusta el genero o una buena película de tensión, es muy recomendable. La tensión la maneja muy bien, solo tenéis que ver la escena en la que Kilmer y Douglas se adentran en la guarida de los leones y encuentran un millar de calaveras y huesos de otras tantas víctimas. Ese momento es incluso de terror porque comprendes que ya no estas enfrentando a animales, son seres perversos, monstruos asesinos.

En la realidad eran simples leones rechazados sin melena que se dedicaron a matar personas para no morirse de hambre, y eso les dio su fama. No eran seres del averno, pero siendo sincero prefiero los monstruos que nos presenta esta película, tienen más empaque y no tengo que sentir lastima de los pobres. Puestos a inventarnos cosas de una historia real, me alegro que tirasen por el cuento chino del arquitecto real que perjuró que lo de la cueva que he contado más arriba era de verdad.

Al final he conseguido mi objetivo de una entrada breve, así que antes de seguir estirando os recomendaré esta película para los amantes del género y os deseo que la disfrutéis.

Aquí podéis haceros con ella si aun no la tenéis en vuestra biblioteca.

Los Demonios De La Noche [DVD]