Vamos con otra reflexión. Esta vez traigo uno de los juegos más importantes de la generación pasada: The Elder Scroll V Skyrim.

Antes que nada decir que me he pasado horas y horas perdidos en las frías estepas, los viejos reinos enanos y cazando dragones. Es uno de mis juegos favoritos de la anterior generación.

Sin embargo cuenta con un problema de inmersión. Skyrim es como Nolan, te engaña muy bien mientras estás disfrutando de la experiencia. Es un gran ilusionista pero pronto se le ven las grapas y las costuras en cuanto te paras a pensar un poco.

De esas costuras quiero hablar hoy como una forma de incitar a futuro a reparar esos pequeños fallos para hacer juegos más grandes. No insinuó que podrían haberse hecho con Skyrim, simplemente a nivel de recursos es imposible. No tenían ( Y dudo que la tengan ahora) tecnología para cubrir las costuras que voy a analizar. Es una reflexión para los juegos de aquí a diez años, algo que deberían afrontar si o también si quieren seguir siendo aun más grandes.

Skyrim es un mundo vivo, de eso no hay duda. Vas por un camino y te saldrá al paso un tigre, verás un nórdico correr campo a través o a los gigantes pastorear Mamut a lo lejos. Llegas a un pueblo y salen mil conversaciones distintas, no hacia ti, entre ellos. Todos los habitantes parecen vivos, tener su vida más allá de ti.

Aquí esta la mayor virtud del juego, levanta una poderosa ilusión de realismo. Te crees un personaje más de ese mundo.

El problema es que es una ilusión precaria. Si te paras a pensar descubres la trampa. Parece que el mundo va cambiando ante ti y por ti. No es así. Al principio eres un don nadie y al final eres un don nadie. Tratan de engañarte con pequeñas escenas.

Por ejemplo, cuándo matas a Alduin y unos cuántos personajes te dan las gracias y te sientes poderoso. O cuándo liberas la capital del mundo de una conspiración a base de golpe de estado. O cuándo evitas una guerra civil que parta en dos el país. En todas esas situaciones siempre terminas con una escena final que te deja claro lo increible que eres y las muchas bragas y calzones que bajas a tu paso.

El problema llega justo después. Vuelves a esa capital que hace un minuto estaba en llamas y estallando en vítores y ahora había vuelto a la normalidad. No me refiero que se recuperase del ataque, digo que era indiferenciable de como la encontré. No había ningún indicio de que esa ciudad había sufrido un asedio, ni nadie me reconocía como dictador o libertador.

Como mucho me persiguen por robar un trozo de pan por accidente. Todo esto se repite una y otra vez. Al principio no te das cuenta porque es más difícil que vuelvas al mismo sitio cuándo tienes un mapa tan enorme, por lo que no te das cuenta de que todo lo que haces no tiene ningún peso en el mundo.

Pero a más juegas más te percatas de que tus acciones no tienen ninguna clase de impacto más allá de la escena de turno. Has salvado innumerables veces un pueblo, le pegas por accidente a una gallina y te persiguen hasta el fin de los días.

Lo repito, empiezas como un don nadie a punto de ser ejecutado, te libras de milagro, descubres que eres único, salvas Skyrim y… sigues siendo un don nadie. Toda la experiencia solo te afecta a ti como personaje. Vas creciendo tú, haciéndote más fuerte y hábil. Pero nada más.

Salvas a alguien, te esfuerzas en conseguir que sobreviva, llega la misión siguiente y te ordenan matarlo. Deberían impedirme conseguir esa misión o que me den la opción de matar al que me lo ordena solo por principios.

Faltan opciones. ¿Y si quiero aliarme con el dragón? No puedo, no tengo la opción. ¿Y si quiero conquistar Skyrim a base de golpes de estado para ser el emperador? No puedo. Soy un cantamañanas sin poder real. Soy un mendigo al que le encasquetan a martillazos salvar el reino.

Y es una lastima que esto ocurra con una gente que ha hecho Fall Out 3 dónde puedo arrasar un pueblo entero y no hay vuelta de hoja.

¿Dónde están mis opciones reales? Engañadme de verdad, no me pongas una ilusión que se cae en cuánto rascas un poco.

No quiero pasear por un juego. Quiero vagar por el vasto mundo de Skyrim. Quiero ser un verdadero habitante de ese continente y poder ser quien yo quiera.