Tras la invasión de Irak en 2003, un pelotón intenta reparar el sistema de abastecimiento de agua en una zona hostil.

Estamos ante una película de vergüenza. El propio protagonista nos lo dice en el prólogo. No vamos a ver grandes despliegues técnicos, ni tramas intensas de rescates o asaltos, no vamos a buscar al mayor criminal del mundo ni enfrentar a dos ejercitos en un campo de batalla inmenso. Esto es una misión del montón, la vida cotidiana del soldado cuándo le arrancas toda la magia que el cine le ha ido insuflando a lo largo de las décadas.

Esto tiene un severo inconveniente, si el espectador no acepta la propia naturaleza de la película se va a aburrir y decepcionar. Yo vi venir las intenciones en el prologo y me hice a la idea de que no es Black Hawk Derribado en Irak, creo que es la mejor forma de ver esta película, sin preconcebir nada. Si la dejas contarte lo que quiere contar puede llegar a ser muy interesante. No entretenida, no me atrevo a tanto porque tiene un ritmo lento y las escenas de acción no están creadas para entretener, quieren transmitir la indefensión del ejercito ante un enemigo que rara vez llega a ver.

Ahondo en esto último con un par de ejemplos. En la primera escena de acción vemos como han paralizado a todo el sector y no se trata de un millar de enemigos armados, era un único tío desde un hotel. Ni siquiera llegamos a ver al tirador o su punto de vista. Una vez le localizan le tiran un misil, no se arriesgan ni a acercarse a él.

Un único enemigo invisible ha paralizado media ciudad. Ya van dejando claras las bases.

Luego tenemos el climáx. No vemos ni un enemigo hasta que no cae abatido. De nuevo, una fuerza invisible e incorporea que se dedica a luchar con todas sus fuerzas.

La película te repite con varios aspectos que los soldados no tienen nada fácil su estancia. La sensación de agobio y peligro son constantes, hasta que alguno rompe y decide convivir con ese terror ignorandolo, otro odia la lucha pero una vez se da cuenta de que no puede escapar no le queda otra que apechugar, incluso tenemos ejemplos de los que disfrutan de esa tensión y la acción.

También habla de la monotonía, del aburrimiento y de como las batallas pueden ser de cualquier manera. Incluso la reparación de una estación de agua puede ayudar en una guerra.

La película es eso, soldados haciendo lo mismo un día tras otro. El hastio, el calor, el terror constante de que te disparen en cualquier momento y, por último, el descubrir que a veces tú misión se malogra aunque te hayas esforzado y que nadie va a mover un musculo de más por salvarla. Te darán una palmadita y adios.

Me gustó mucho en ese aspecto, como se toma en serio lo que quiere contarnos. Esa pasión que demuestra me suple las carencias que puedo llegar a verle. Tiene un ritmo atroz, es lento y tortuoso, llegando a cansar. Los personajes no dejan de ser arquetipos que tiran de la trama a pulso. Solo deciros que la portada que he puesto es de mi personaje favorito y no sale más de quince minutos, y no es más que un secundario de fondo.

No puedo recomendar una película con esos problemas aunque me gustase verla. Pero si os interesa el tema y aguantáis un ritmo de caracol, creo que podréis rascarle un par de horas interesantes. De lo contrario, iros a Black Hawk Derribado, trata de refilón estos temas y además es un ejercicio de entretenimiento de primer nivel.