Hercules Poirot vuelve a Londres en el famoso Orient Express. En el viaje se encontrará con un asesinato imposible, con el tren atascado en las montañas, Poirot deberá buscar al culpable entre los pasajeros.
Tenía ganas de ver esta película por su director. Kenneth Branagh es un director y actor que me cae bien, me gusta como trabaja aunque no haya visto mucho de su filmografía. Es una cara que quieres ver. Además me llamaba mucho la atención su extenso reparto, Johnny Depp parece estar en modo a mi me pagáis y me largo, con una cara de asco que repele a todos pero la propia película parece ir en su contra. No de su personaje, en serio sentía que todos iban contra Depp. Llegado un momento hasta lo tildan de asqueroso cuando el personaje no ha dado muestras para semejante insulto así que me lo tomo como una venganza de los actores contra Depp.
El resto del reparto cumplen con creces pese al mayor defecto de la cinta: Los personajes son demasiado planos. Actúan como versiones simples de sus homólogos de la versión anterior y del propio libro. La película entera funciona en base a ser un simple reflejo del original, el misterio, los personajes y los diálogos son demasiado obvios. Aunque no conozcas la resolución y el culpable, lo vas a adivinar a la primera.
Incluso el primer misterio para presentarnos la inteligencia de Hercules es obvio a kilómetros. La película no parece querer esforzarse lo más mínimo en el misterio, puede deberse a la fama de la obra original y que sus giros son muy conocidos como para tratar de retratarlos con fidelidad, abogando por un enfoque más rápido de acción. En ese sentido la cinta cumple, el ritmo es ágil y rápido, no se detienen en ningún momento. Usa el medio visual para la narrativa, aunque sea de forma tosca y hasta infantil en muchos momentos se agradece que usen técnicas de «muestra no cuentes».
Esta claro que su punto fuerte no esta en la forma de contar la historia. Esta en como lo hace, en sus imágenes potentes, en su fotografía de una belleza embriagadora, sus tomas aéreas, sus fondos hermosos, sus tiros de cámara que nos hacen recorrer todo el tren como si de un personaje se tratará, haciéndonos ver a los personajes actuar a su aire. Es una película preciosa, entra por los ojos desde el primer momento.
Puede que no la vea demasiadas veces en mi vida, pero estoy convencido que todas ellas disfrutaré solo con observarla. Si a eso añadimos que reúne a varios de mis actores favoritos como mi querida Michelle Pfeiffer, pasando por Willem Dafoe y Dasie Ridley; sin olvidar a su director y estrella principal. Kenneth Branagh nos ofrece un Poirot que trata de ser más humano y al mismo tiempo resulta más forzado su arco, pero es un lujo verle actuar.
En conclusión, es una película que merece verse pero yo no pagaría demasiado por ella (La conseguí a un precio ridículo en Amazon). Si os interesa el misterio acudir a la primera versión, si os interesa la fotografía esta gana de calle.
Me gustó esta peli también. Buen comentario.
Quizás te guste alguna entrada de mi blog.
Un saludo
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No he visto la película, pero voy a atreverme a decir que creo que el problema de personajes planos no es tanto culpa de la película sino del material original. Christie escribía obras cortas, de unos cientos de páginas, que iban de mantener la tensión. Sus personajes son prototipos y, leídos unos cuantos libros, ya los identificas con facilidad porque son siempre iguales con algún cambio: que el militar, explorador o lo que sea que viene de las colonias; que si la anciana rica y viuda o solterona que no tiene pelos en la lengua; que si el joven aventurero; que si la muchacha joven que generalmente ha sido institutriz o dama de compañía y busca algo más interesante, etcétera. Nunca se salen mucho de eso porque no es el objetivo que tengan un gran desarrollo y personalidad, sino que el libro de unos cientos de páginas te atrape una tarde.
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