El arte de la artesanía, podríamos llamar a esta película de esa forma. Es puro amor al cine y a los efectos prácticos. Hay millones de películas, muchas de ellas son fabulosas pero pocas consiguen lo que logró John Carpenter con esta obra. Superó a la original, porque si amigos, La Cosa es un remake de una película de los años cincuenta: El Enigma de otro mundo. Quien a su vez estaba basada en un relato largo o novela corta titulado ¿Quién anda ahí? Relato al que le tengo muchas ganas pero no me gusta leerlo en una pantalla y es muy difícil encontrarlo actualmente.
Pongámonos en antecedentes ¿De qué trata esta película? Pues bien. Primero coges y ves la película si no las has visto y luego si aun tienes ganas vuelves a terminar de leer.
¿Ya habéis vuelto? Impactados ¿Verdad? Ya os lo dije, es un peliculón. Pero de todos modos vamos a repasarla. Tenemos una base americana en la Antártida ¿Haciendo qué? Pues ni idea, pero eso no es importante. Lo importante llega en forma de perro perseguido por un helicóptero con noruegos locos que no paran de disparar.
No sabemos que pasa, solo vemos al pobre perro huir como un descosido de los disparos y las granadas que le lanzan. Al final el perro se salva y los noruegos mueren por su torpeza (Se les cae una granada al lado del helicóptero) y de un tiro en la cara.
Al investigar a en su base descubrimos que encontraron algo en el hielo y que no acabaron muy bien después. Esplendida la escena en que vemos como uno de ellos se ha suicidado cortándose las venas de los brazos y el cuello, con la sangre congelada por el frío. Te esta diciendo lo que va a pasar al final de la película. Aquí no tenemos finales felices donde llega un príncipe a besarnos y ponernos un chalet en primera línea de playa.
Ya desde el principio comienzan a inquietarnos, siempre hay algo de lo que sospechar o de lo que temer. Empezando por el mejor actor de la historia Jed el perro. Un Husky que haría llorar a Orson Welles y luego haría que Alfred Hitchcok se comiera sus palabras de no trabajar nunca con animales. Ese perro se marca una de las mejores escenas de la película y lo único que hace es caminar. Pero no es la acción, lo importante es como la hace. Abre la puerta, mira al pasillo, avanza, se detiene a mirar cada habitación, llega a una con alguien (Solo vemos una sombra) y se detiene un instante como sopesando lo que va a hacer antes de entrar y fundido a negro.
Lo que te cuenta esa escena es vital y todo gracias a la actuación del perro que en ningún momento mira a cámara, ni al equipo de grabación ni nada, sigue su personaje hasta el final de una toma continua de un minuto sin cortes. Fabuloso, y luego se marca otra en la perrera. Lo llevan junto a los demás perros, diecisiete animales que no hacen nada fuera de guión. Todos tumbados en sus sitios, ven a Jed entrar caminando muy despacio, sentándose de una forma antinatural en el suelo y quedarse en ese punto estático. Ninguno ladra, ni se mueve de su sitio. La tensión sube como la espuma con esa escena porque ya notamos que ese perro no es normal.
El primer tramo termina aquí de forma aterradora con el perro abriéndose por la cabeza para mostrar un ente de tentáculos, patas de araña y vísceras. Todo es orgánico, te parece real y al mismo tiempo sientes que no puede ser nada vivo, que en la Tierra no hay nada que pueda ser tan repulsivo. De aquí nos llevan a la autopsia y al biólogo siendo más listos que los demás. Aunque nuestro protagonista no le anda muy lejos porque desde que vuelve del campamento noruego va con la mosca detrás de la oreja y en cuanto escucha los ruidos de la perrera sabe que sus temores son ciertos.
Aquí el biólogo se da cuenta de que el «perro» estaba asimilando a los demás. Los copiaba e imitaba a la perfección en una sustitución idéntica. Una forma de invasión, el ente alienigena infecta otro cuerpo y sustituye célula a célula hasta crear una copia que en realidad es extraterrestre aunque en apariencia sea perfecto. Tenemos un poco de ciencia ficción con el ordenador prediciendo el apocalipsis en 27,000 horas, pero es una forma de dejar claro que aquí no están en riesgos los doce hombres de la estación, es la raza humana al completo.
Si ese ser llega a tierra firme irá de ciudad en ciudad hasta conquistar todo el planeta. No quedará nada vivo ajeno a él, todos serán él. Creo que por eso a la gente le costo un poco entender esta película (Fue un fracaso, en parte debido al estreno previo de E.T. La gente quería aliens amables y Carpenter se sacó de la chistera la película más deprimente del genero)
En este punto tenemos un elemento muy Lovecraft. El resto de la película exuda su personalidad con monstruos indescriptibles y finales agrios, pero para mi el punto que más se parece a Lovecraft es con la locura del biólogo, ver como enloquece y comienza a destrozarlo todo y a amenazar al resto a gritos y a punta de pistola. Sabe que uno de ellos es una criatura, o al menos lo sospecha, y no quiere que salga de ahí. Blair en este punto se ha convertido en un personaje Lovecraft, es tan consciente de todo, sabe tanto que el propio saber le vuelve completamente loco. Es consciente de lo que ocurrirá si la bestia abandona la base, sabe de sus capacidades y no sabe a cuantos ha podido infectar. Le ocurre lo mismo que a la mayoría de los personajes de los relatos de Lovecraft, empezando por Dagon. Saben tanto que dicho conocimiento les destroza porque no están preparados para ello. Por eso me gusta tanto el detalle de ver una soga en la habitación donde le encierran. La cosa va a acabar por convertirlos a todos así que decide preparar la cuerda para suicidarse si vienen a por él. Lo que no es demasiado útil al final, pero ese detalle dice mucho con muy poco.
Y es que esta película se sustenta en la sutileza y la sobriedad por encima de todo. Se toma muy en serio a sí misma, lo que consigue que el espectador se involucre hasta el tuétano en ella. Cada escena de terror apabulla, pero las más intensas son las de tensión. No puedo dejar de mencionar esa maravilla que es la escena de la sangre. Ir persona por persona probando si son humanos o no, empezar a sospechar que esa prueba no funciona y «ZAS» la sangre de uno estalla y se aleja del fuego, y la criatura hace acto de presencia.
Conoces muy bien a ese ser en base a sus acciones. Esta muy bien planteado pues todo lo que hace es por supervivencia. Disimula su aspecto, se hace pasar por otros hasta las últimas consecuencias. Norris por ejemplo muere de un infarto después de ser asimilado, es en el momento que tratan de reanimarlo cuando descubrimos que es una cosa y MacReady descubre un detalle de su comportamiento. Se mueve de manera individual por puro instinto. Lo ve cuando la cabeza de Norris se separa del cuerpo para huir como una araña. Cada célula de la criatura es un individuo que puede formar entidades más grandes. Es como si cada célula de nuestro cuerpo pudiera pensar, actuar y comportarse de manera independiente al resto si así lo desease, como si fuera una persona. Me encanta esta forma de narrar porque es muy visual, te puedes enterar con los personajes. Luego MacReady lo explica si, pero cuando la vuelves a ver te das cuenta de que está juntando las piezas al ver la cabeza huir por la puerta.
Esta película se toma muchas molestias en esos detalles, en que estes siempre sospechando, en tensión continua porque aparece la cosa en los momentos más imprevistos, y no sabiendo quien puede ser una de ellas porque ni siquiera ellos lo sabían. Escuchando sus comentarios no tenían ni idea, porque dejaron al espectador que decidiera si la cosa es consciente de sí misma una vez asimila un cuerpo, es decir, si tú sabrías si eres humano o no. Es muy inteligente dejar eso al aire porque:
A) Ellos no tienen forma de saber si la cosa sabe o no que lo es.
B) Fomenta la tensión que nadie sepa quien es quien, ni siquiera uno mismo.
Esto lo vemos también en la escena de la sangre. La cara de Windows es un cuadro, esta aterrado cuando MacReady va a probar su sangre, y cuándo el cable hirviendo toca la misma y no pasa nada vemos como el rostro se le relaja en un instante y respira aliviado. En ese momento se nos dice a la cara que ni ellos mismos saben si lo son. Si fuera una cosa estaría asustada de ser descubierta, pero ¿Qué miedo vas a tener siendo humano? Si actúas así es porque no te fías ni de ti mismo.
Llegamos así al final, con un gran despliegue pirotécnico. Los pocos humanos que quedan se dan cuenta de que la cosa estaba creándose una nave pero no esta terminada. Esto me lleva a pensar que no contaba con que el grupo se reagrupara tan rápido y fueran a por ella directamente y por eso tomo la única salida que le quedaba al no tener tiempo de reparar la nave: desconectar los generadores. Los va a matar de frío y ella hibernará en el hielo hasta que llegue otro equipo y vuelta a empezar. Así comenzó todo en la base noruega, la encontraron enterrada en el hielo a unos metros de su nave.
Los tres supervivientes se dan cuenta de que se acabo, están muertos. Pero MacReady no va a dejar que ese bicho se congele, lo conoce lo suficiente para adelantarse en sus planes así que se pone en marcha para prenderle fuego a todo el complejo, a la nave y luego dinamitar el sótano. No van a dejarle ni un lugar dónde ocultarse. En dicho sótano tenemos el último enfrentamiento y vemos que ya no queda nada de la especie original, aparecen garras, dientes, partes de Blair, de perro, todo copias, no hay nada de lo que en su día fue.
Todo explota y MacReady se arrastra hasta un lugar donde sentarse con su botella de Whisky. Y allí se queda junto a Childs, no tienen claro si el otro es humano y se quedan allí a la espera de morir congelados. No hay escapatoria. Lo saben y lo asumen. La película termina con ellos muriendo lentamente sin saber si han tenido o no éxito.
Fundido en negro con los acordes de Morricone y un sabor agridulce en la boca. Han matado al bicho pero todos mueren al final. No hay salvación para ellos, pero también puedes pensar que han salvado a todo el planeta. Han dado su vida por la humanidad y ahora aguardan sentados a que el frío los duerma poco a poco. Es muy deprimente en un primer momento pero da igual las veces que lo pienses, no hay un final mejor para esta película porque es el final perfecto. Los dos ahí sentados esperando a la muerte y desconfiando del otro.
Repasas las opciones que tenían y siempre te quedas con el original: Childs no vuelve a aparecer para esa escena; un perro huye en la nieve en un final que se une al inicio. La primera es una escena mucho más ambigua al no saber más de Childs, y la segunda me parece demasiado tópica en una película de terror. Aquí se tenía que poner la original. Una escena desoladora donde nadie se fía de nadie por lo que acaban aceptando morir con tal de que ese bicho muera.
Un final increíble para una película increíble.
Su precuela tiene a Ramona Flowers y poco más, lo intenta demasiado pero le falta garra. Se puede ver y tiene actuaciones muy buenas pero cae en ciertos problemas como los personajes que sabes si o también que van a acabar siendo cosas. Eso Carpenter lo manejó mejor porque no prevés a ninguno. Esta película necesita de esa ambigüedad y golpes de efecto. Si pones a un personaje asqueroso y luego lo conviertes en cosa pierde fuerza porque te lo ves venir.
Hasta aquí hablamos de la versión de 2011, verla siempre después de haber visto la original. Siempre. No vale la pena estropear la primera experiencia con ese universo con un producto de videoclub.
Dicho esto, creo que he hablado suficiente de una de mis películas de terror y ciencia ficción favoritas. Y en el podio junto a En la boca del miedo en mi top Carpenter.
Hasta la próxima, queridos lectores. Tened cuidado con lo que hay ahí fuera.
Aquí podéis haceros con ella si aun no la tenéis en vuestra biblioteca.