Estoy decepcionado con la obra de Reki Kawahara, incluso soy incapaz de precisar si me hubiera gustado o no de haber leído la novela antes de la serie. Lo que sí sé seguro es que la serie me habría gustado aun más, viendo lo desilusionado que me he quedado con el libro.

Tiene un montón de buenas ideas, y él es el artífice de lo más importante de Sword Art Online, Kawahara da vida a un mundo atractivo en el que quieres vivir a pesar de los peligros que encierra, presenta a Kirito, Klein, Asuna, Heathcliff, Agil, y toda la aventura por llegar al piso 100 de Aincrad y escapar de SAO.

Kawahara tiene una redacción fácil, ágil y sencilla. Transmite muchas ideas en muy poco espacio, se las apaña para dar información sin parar ni saturar, algo muy importante y muy difícil de conseguir. Te explica miles de datos que a cualquier lector (Y cualquier espectador de la serie) se le ha pasado por la cabeza:

¿Cómo van a sobrevivir sus cuerpos? Pues Kayaba explica que el sistema permite desconexiones temporales durante dos horas antes de matar al usuario, suficiente para que puedan ser trasladados a un hospital.

Nos cuentan como el primer mes fue un desastre, con gente que se suicidaba para salir del sistema con teorías como saltar por fuera del mundo para que no se contase como muerte y te desconectará. La forma en la que se establecieron los jugadores, la mayoría quedándose en los primeros niveles, esperando a que los jugadores de vanguardia pasasen el juego o que les rescatasen desde el exterior.

La mayoría de preguntas que podías plantearte en  el anime el libro las respondía claramente. El autor se esforzó en todos esos puntos que cualquier persona atrapada pudiera plantearse. Incluso explicaba el funcionamiento de las habilidades y como muchos jugadores murieron a no entenderlas.

El juego no se basa en tu fuerza, es un videojuego, blandir la espada con todas tus fuerzas no sirve para nada, tienes que crear combos de movimientos, usar habilidades y saber cuándo y cómo realizar cada una. El que mejor controle ese sistema más fuerte se hará, por eso Kirito se vuelve tan poderoso, tiene una velocidad de reacción extraordinaria que le permite engarzar un combo tras otro y anticipar los movimientos enemigos.

Se siente que es un juego, algo que a veces puede perderse en el anime que parece que están luchando de verdad, aquí se ve que las reglas son fijas, que si empiezas una habilidad y lo haces en el momento incorrecto estas muerto porque vas a seguir haciéndola aunque des al aire, dándole un tiempo vital al enemigo para atacarte. Incluso algo tan básico como el cambio, cuándo dos jugadores van rotando para atacar a un monstruo, que en la serie parecía obedecer al cansancio, se explica que se debe al sistema de aprendizaje de los monstruos, si cambia la forma de luchar de golpe la IA del bicho se queda pillada unos segundos, de tal forma que puedes matar a un monstruo muy difícil aprovechando esos segundos de incertidumbre.

Esta plagado de mil detalles sobre como funciona como juego, como los jugadores se han adaptado a cada aspecto, como la cocina, la herrería o la sastrería son habilidades secundarias y que debes dejar de lado parte de tus habilidades ofensivas para poder llevarlas acabo por lo que los herreros suelen estar más vendidos en un campo de batalla.

Incluso el final, la conversación de Akihiko Kayaba con Kirito y Asuna, tiene más sentido. En la serie parecía que les daba igual que estuviera delante de ellos el perpetrador y secuestrador de diez mil personas. En el libro sin embargo no reaccionan porque están agotados, llevan tanto tiempo luchando que al verle les resulta indiferente, ya no tienen fuerzas.

¿Por qué creo Aincrad? No lo recuerda, lleva tanto tiempo (O más) en el juego como el resto de jugadores. Se ha dejado llevar por Heathcliff aunque supiera siempre que era el creador. Kayaba diseño ese mundo porque deseaba que fuera real, soñaba con un castillo de acero flotando en las nubes y ese sueño le obsesiono tanto hasta que creó SAO, pero no era suficiente un juego, él quería un mundo nuevo y vivo, así que llevo a cabo su plan para dar vida a su mundo a través del secuestro de diez mil jugadores.

Y Kirito y Asuna llegan a entenderlo, que no compartirlo. Ellos han vivido en Aincrad más de dos años, es parte de sus vidas así que llegan a comprender que es lo que pasa por la cabeza de Kayaba.

Todo esto es gracias a tener a Kirito como narrador de toda la historia, sabemos lo que piensa y resuelve bastantes dudas.

Esto lo digo porque la novela tiene cosas buenas, muchas cosas buenas, me lo he leído en seis horas, no es algo que se hace con un libro que no te gusta.

Pero tiene cosas que se van acumulando, uno tras otro hasta que cuándo llegas al final y te paras a pensar va derrumbando tus buenas vibraciones y acabas decepcionado. En su mayoría parecen ser cosas que incluye el propio autor en la mente de Kirito porque va en contra de lo que yo creo que podría pensar un personaje como él. Me refiero a como la población de Aincrad se desequilibra en cuestión de géneros al revelarse el verdadero aspecto de los jugadores. Vale, puede haber más chicos que chicas, es posible, pero no te regodees y no digas, hay un 20% de mujeres en Aincrad, que solo falta decir: Y muchas me parecen.

Esto se repite varias veces, como si no aceptasen de buena gana que las mujeres: ¡Oh, sorpresa! Les puede gustar los juegos. Luego con el físico, Agil por ejemplo es un portento físico, y hay gente en El Ejercito, que son militares de verdad, y Kirito observa a ambos como extraños, como si en ese puñetero juego solo pudiera haber frikis asociales y solitarios. O el autor tiene un trauma o se considera un friki y da por hecho que TODA la población de jugadores del mundo es como él y el resto es de mentira.

Pero Asuna se lleva la peor parte. Su fama no se reduce a ser junto a Kirito y Heathcliff, la jugadora más fuerte del juego. Es porque es una preciosidad digna de la luna y las estrellas y pitos y flautas (Era como volver a interpretar a novio empalagoso en la obra de teatro del colegio), y lo de la cocina… Resulta que es de las pocas personas que sabe cocinar en el juego y por un lado a Kirito le parece absurdo aumentar esa capacidad y por el otro dice que es normal  porque es una chica. Y si no dijo eso lo insinuó porque a mi ya me estaba enfadando que el autor se metiera en medio a dar sus opiniones, porque se nota cuándo es el autor y cuándo el personaje. Hasta la propia presencia de Asuna se justifica como que era su hermano el que iba a jugar pero tuvo que irse de viaje y por eso ella esta atrapada y no él.

Yo juego, bastante. Tengo mi suscripción del WoW, me gusta jugar, por lo que me considero un jugón. Y al mismo tiempo conozco a muchas chicas que le gusta jugar y que pasarían por modelos, osea que conozco jugadoras muy guapas y agradables. ¡Y NO ME SORPRENDE EN ABSOLUTO! No es como si viera un cometa de cien kilómetros expulsando unicornios, me sorprende más que me hablen y sigan.

Es absurdo y molesto a tantos niveles que me ofusca. Es como si jugar fuera un delito si no eres un friki asocial, ¿tengo que pedir un carnet o algo? Todo lo que se sale de la norma para «Kirito» tiene que tener una justificación, no puede ser que le gusten los videojuegos. ¿El señor mayor? Nada, se quedo atrapado mientras trabajaba. ¿Asuna? Una mujer tan guapa no puede gustarle, ha tenido que quedarse aquí por accidente.

Es un tufo muy desagradable que por suerte el anime eliminó. Tenemos el cliché del harén, pero francamente prefiero los chistes y las situaciones embarazosas a los comentarios machistas del autor. Hasta explicaron porque Asuna se vuelve cocinera dentro del juego, es una forma de disfrutar de su tiempo allí, y se lo enseñó Kirito, en lugar de comer pan duro, con un par de misiones sin importancia puedes disfrutar de algo más sabroso y descansar comiendo eso, un descanso mental.

En realidad el Anime arregla de una forma brutal todo lo que el libro trata tan mal. ¿El personaje de Sachi y el trauma de Kirito? El libro no se aprendió lo de: Muestra, no cuentes. Kirito le cuenta la historia en dos páginas a Asuna y casi al final del libro. En el anime los presentan, les dan su entidad y sufrimos ese palo. Se genera el conflicto con nosotros como testigos, vemos ese dolor y al estar contado en orden entendemos mejor porque Kirito sigue siendo un solitario. Tiene momentos originales que superan en emotivos al libro, el mensaje de Sachi para que Kirito no se culpase sabiendo que ella moriría y él se atormentaría pensando en ello, es desgarrador.

Añade personajes femeninos interesantes y fuertes, en el libro solo hay uno y es Asuna. Incluyendo a Yui, uno de los pilares de la relación de Kirito y Asuna es un invento de la serie pues en el libro lo único que hacen en la cabaña del piso 22 es pescar el monstruo gigante y ya.

Hablando de la relación, ¿Cómo se puede hacer tan mal? Asuna se enamora de Kirito como en la serie, le ve echándose la siesta y es el pistoletazo de salida (Lastima que se cuente en flashback como lo de Sachi y se vaya a la porra la fuerza de la escena), pero Kirito se enamora de ella en tres días, no pasa ni una semana antes de casarse.  ¿Eso es llevar bien una relación? Si parecen enamorados dos horas después de salir a la mazmorra.

Otro punto para el anime, los presenta en el primer mes de SAO, ambos se quedan impresionados con la habilidad del otro y Kirito le da un consejo muy útil porque sabe lo poderosa que es y le enseña a disfrutar de la comida de ese mundo como una forma de escapar al estrés. Luego se encuentran como casi antagonistas porque tienen dos formas muy diferentes de afrontar las confrontaciones, pero Asuna empieza a ver que Kirito puede tener razón (La escena de la siesta) y le ve como se ha quedado horas cuidando de ella cuándo se quedó dormida.

A partir de ahí pasan semanas y meses con sus investigaciones, misiones, quedar a cenar. Pasa el tiempo, vemos como ambos se encariñan el uno del otro. No por ser muy guapos, es pura confianza y por sus personalidades, la forma de ser de uno atrae al otro. Se quieren proteger mutuamente y siempre se respetan, saben el poder que tiene el otro y no lo menos precian solo por estar juntos.

Es una relación cuidada y que te crees y disfrutas. En el libro al no tener la mayoría de escenas que comento es como si se hubieran enamorado porque había que cumplir con el guión.

De todo lo malo que tiene eso es lo que más me ha molestado junto al sexismo evidente del autor. Es una lástima, no dan ningunas ganas de seguir, pues ver que ha hecho con Oberon (Que ya era plano en el anime) me da auténtico pavor.

Lo bueno es que al fin tenemos un ejemplo perfecto de una adaptación que supera con creces al original y soluciona varios problemas con los que cargaba.