Batou investiga tres asesinatos sucedidos en un callejón a manos de un nuevo modelo de muñeca ginoide. Al encontrase con la asesina, Batou verá que algo no concuerda, pues la ginoide intenta suicidarse pidiendo ayuda.

Esta muñeca no es la primera en asesinar a su dueño y después suicidarse, se han dado casos por todo el país, lo que llevará a Batou a investigar a fondo si se trata de un fallo aislado del modelo o una conspiración oculta bajo docenas de muertes.

Primero. Quitadle a los japoneses los ordenadores, tienen una manía insana de animar usando los pies y no es sano para una persona tan irascible como yo. Mirad, usualmente meten con calzador mucho efecto por ordenador y mucha animación digital, pero aquí es una afrenta al buen gusto.

Son injertos sin sustancia o personalidad, feos, mal acabados, resaltan como una vaya publicitaria de neón en plena noche. Además, usan el ordenador cuándo no hay necesidad, con cosas que la primera tenía con animación tradicional de una forma mil veces más efectiva. Por poner un ejemplo: La escena de la mano que se divide en miles de piezas para usar un ordenador.

Momentos puntuales brillan gracias al ordenador, con composiciones muy bellas o imposibles de hacer con animación tradicional, como la escena de la comisaria con Batou en un primer plano subiendo escaleras y en el piso de abajo la comisaria llena de vida. Ambas escenas están hechas por separado y unidas mediante el ordenador y queda muy bien, le da profundidad a la composición y parece más real. O los reflejos de los coches y espejos, que quedan estupendamente.

Pero en la mayoría de casos parece el típico caso de niño pequeño con juguetes nuevos. Y no saben usarlos, por alguna razón no logran dar con la tecla nunca, porque pasamos de efectos increíbles como un pasillo casi fotorealista (Que desentona que no veas con el resto de diseño de arte de la película) y luego pasamos a un avión que puedo hacer yo con un bolígrafo y quedaría mejor.

Para hacer estos estropicios en una película sobresaliente a nivel de animación, no lo hagas. Es como intentar dar seis vueltas de campana con un coche porque se te da muy bien adelantar en curva. No hagas algo que no sabes solo porque otra cosa se te dé bien, no se compensa una con la otra.

Alejándonos del tema que me pica especialmente, volvemos a la trama policíaca, esta vez la hilvanan mejor con lo que quieren contar porque la propia premisa se envuelve del tema en cuestión. Muñecas que se suicidan tras asesinar a sus dueños. Entroncamos desde un primer momento con lo que quiere contarnos la película ¿Qué diferencia a una maquina de un ser humano cuándo la maquina y el humano ya prácticamente son indistinguibles? ¿La memoria? ¿Las emociones? Hemos llegado al punto de poder recrearlas de manera artificial, pero ¿un origen artificial hace menos real dicha vida?

Una maquina no es una persona, como dicen en cierta escena. Pero un niño tampoco lo es, pero esta en proceso de convertirse. Ya lo dejan transparente ¿Y si las maquinas están en una fase infantil y empiezan a madurar?

¿Imagináis la agonía de saberte esclavo? ¿De no poder desobedecer una orden? Tu mera existencia es producto de un deseo infantil fugaz, y cuándo ese deseo se marchite serás un cumulo de polvo y oxido en una esquina cualquiera mientras tu dueño disfruta de un juguete hasta que salga otro mejor.

Tener emociones, llegar a tener conciencia de ti mismo y ver que estas encerrado en tu propio cuerpo a los pies de alguien que te encargó como quien encarga comida. Un simple capricho tan efímero como un castillo de arena cuándo la marea sube.

Me parece un tema brutal, no es original, la ciencia ficción lleva años jugueteando con ello, pero esta tratado de un modo que lo adoró y es que los diálogos siguen siendo maravillosos. Pueden parecer grandilocuentes y es que un policía que conoce la obra de Milton y el Antiguo Testamento como si fuera lo más normal del mundo queda un tanto raro, y más cuándo es un tanque con patas, pero la gracia esta en que todos los personajes hablan de ese modo. El dialogo no se detiene para explicar porque conoce a Milton porque no es necesario, lo importante es de lo que hablan.

Imaginad un ensayo sobre los límites de la mente y el espíritu con el esqueleto de una novela de Sherlock Holmes, y ahí tenéis Ghost in the Shell. Usan una trama muy interesante sobre asesinatos, para tratar estos temas.

Y la resolución del caso entronca con la cuestión de la perdida de la individualidad y de la propia identidad y libertad. No haré comentarios sobre dicho final, solo deciros que sentí una patada en el estomago al ver lo que estaba pasando y me dieron ganas de estrangular al que estuvo al mando de todo aquello.

En paralelo a todo esto vemos de una forma muy velada la evolución de Motoko desde el final de la primera parte, sigue en un ascenso sin límites, pero por desgracia no se le presta la atención suficiente para mi gusto.

Lo compensan con el personaje de Batou, qué es básicamente Rambo experto en literatura y filosofía, el cual gana presencia hasta ser el protagonista de esta segunda parte. Parece la contrapartida de Motoko, mientras que ella fue en una dirección buscando un nuevo horizonte, él se quedo en Tierra volviéndose un paranoico. En cierto sentido parece que lo que interiorizaba Motoko, Batou lo expresa con sus actos.

Motoko hablaba sobre su identidad y lo imposible que era asegurar categóricamente que ella fuera real, al tener tantas mejoras artificiales. Sus recuerdos podían ser falsos, su propia vida una recreación. Era la paranoia de no ser real ni uno mismo.

Batou al contrario es paranoico con el exterior, no con su mente. Desconfía hasta de sus compañeros, no dejando que le vean coger su coche, teniendo doscientas cerraduras en su casa.

Luego vemos que la paranoia esta justificada, que le siguen por miedo a que desaparezca como Motoko, pero no deja de ser curiosa esa relación.

El resto de personajes, aunque simpáticos, parecen simples replicas para el protagonista. Se nota que están vivos, los tratan con cariño, pero se sienten más una comparsa que verdaderos personajes. O puede que el carisma de Batou engulla la presencia del resto dando esa sensación.

En cuánto a la ciudad, esta pierde varios enteros por culpa del uso del ordenador. No tiene la misma personalidad que antes, aunque en algunos segmentos logran recobrarlo, como el primer encuentro entre Batou y una de las muñecas en el callejón.

Si os doy mi opinión, así de manera puramente emocional, esta película me parece mucho más barata que la primera. La primera tengo vividos recuerdos de lugares, el edificio abandonado, el mercado, las callejuelas, el canal. Puedo ver una ciudad en Ghost in the Shell, pero aquí solo recuerdo habitaciones. Sé que hay exteriores, pero son tan anodinos y carentes de personalidad que es como si los personajes se hubieran salido del fotograma y andasen por papel en blanco.

Una lástima porque considero que esta logra mucho mejor sacar a relucir los temas que trata. Más cohesionada a nivel argumental y con un ritmo mucho más apropiado, en esta si que entiendo todo lo que pasa de principio a fin sin necesidad de pararme a pensar como ocurría en la primera.

Pero falla en usar herramientas que no necesita y por eso mismo acaba destruyendo parte del encanto que debería tener.

La conclusión es clara: No uséis los ordenadores cuándo no hace falta.