Año 2029. Un abatido Logan pasa los días bebiendo sin parar, escondido en una remota parte de la frontera mexicana, ganándose algo de calderilla como conductor de alquiler. Sus compañeros en el exilio son el marginado Caliban y un enfermo Profesor X, cuya singular mente sufre ataques y convulsiones cada vez más graves. Pero los intentos de Logan por ocultarse del mundo y de su legado llegan a un abrupto fin cuando aparece una misteriosa mujer con una petición urgente: que Logan guíe a una chica extremadamente joven y muy extraordinaria hasta un lugar seguro. Las garras le vuelven a brotar inmediatamente a Logan cuando tiene que enfrentarse a fuerzas oscuras y a un villano de su antiguo pasado en una misión a vida o muerte, una misión que situará a este guerrero, ajado por el tiempo, en el camino hacia el cumplimiento de su destino.

Hugh, te echaremos de menos pero te has despedido a lo grande. Probablemente sea la mejor película que ha hecho Fox con los mutantes desde que consiguiera los derechos. No cuento a Deadpool en esta ecuación por el simple motivo de que no lo considero un mutante, es un mutado.

La considero así porque consigue algo que no consiguió la segunda mejor: Primera Generación, tocarme. Firs Class tenía escenas de muerte y me daban bastante igual; Logan consigue que me duelan todas las que me tienen que doler. Incluso las obvias, las que sabes que van a pasar desde el primer instante.

James Mangold no pudo hacer esto con Lobezno Inmortal, y queda claro con Logan que puede hacerlo así que Fox ya no puede seguir escondiéndose, esta no tuvo un látigo al cuello y ha salido así, es Fox la que se hunde a sí misma, a poco que han dejado vía libre a sus directores y guionistas nos hemos encontrado con Deadpool y Logan, ambas entendiendo a la perfección a sus personajes y adaptándolos lo necesario a lo que querían contar pero sin desdibujarlos.

Mangold tenía muy claro que quería contar aquí y lo hace con soltura y mucha mañana. Una historia crepuscular, el declive de un héroe que no se considera tal, pero con la puerta abierta a la esperanza. Logra transmitir muy bien ambos extremos sin entrometerse el uno con el otro. Deja el lado más luminoso de la cinta para el final y siempre por debajo de toda la capa de melancolía, culpa y ocaso. Esto es una ovación de despedida para Hugh Jackman, y una tímida bienvenida a Dafne Keen.

Ojala veamos a Keen de nuevo, esta vez como lo que es: Lobezno. Ha heredado muy bien ese rol y sinceramente prefiero mil veces el legado de X-23 en el cine que sustituir a Hugh Jackman, al menos de momento. Ha sido una entra triunfal para la actriz como para no darle una oportunidad. ¡Y qué demonios! Quiero verla protagonizar su propia película.

Diréis que es muy joven pero teniendo en cuenta el ritmo al que va la Fox con esta saga, dará tiempo para verla como toda una X-Men, liderándolos. Puede que sean imaginaciones mías, pero yo veo ese cariz en el último tercio, Laura es lo que necesita el grupo para sobrevivir.

Dejemos a Dafne Keen a un lado, ella es el futuro, pero ahora estamos con el presente: Hugh Jackman. Lleva desenfundando las garras diecisiete largos años, domina a la perfección el personaje y hace todo lo posible porque veamos al Logan de las viñetas. Aquí nos muestra a un mutante acabado y que se arrastra por una existencia vacía con una vana promesa de un final feliz. Han tratado muy bien todo el proceso de decadencia, dejándonos la información justa para que completemos el puzzle y nos hundamos un poco más en la miseria.

No nos cuentan mucho de lo que ha pasado y no lo necesita. Es más, la escena más triste y horrible sobre el pasado tiene a Patrick Stewart hablando con la voz rota por el dolor y no necesitamos más, ni queremos más.

Evidentemente esto quiere decir que se han saltado a la torera la continuidad, obviando por completo Orígenes (de nuevo) e ignorando el resto. No es nada nuevo en Fox y se echa en falta alguna explicación adicional sobre ciertos asuntos, pero la película no necesita de la continuidad oficial para existir ni choca demasiado con lo establecido como para que te saque de la película. De nuevo Mangold ha tenido buena mano, tanta que estaría encantado de que siguiera dirigiendo, pero esta vez con un guionista más colorido.

Si, con esto último me sumo a la discusión interminable que siempre surge cuándo se estrena una película de este estilo y en este género. No, no quiero que todas las películas de superheroes sean como Logan, ni borracho. El tono casa a la perfección con el guión, es una relación mutua, no es que el tono adulto y sombrío la haga buena, es que era necesario para hacer bien el guión.

Este tono tan moribundo y decadente no pega con todo, no se puede imponer como muchos piden. Recordemos que ocurre cuándo imponemos un tono a una película que esta diseñada para otro: Escuadrón Suicida. ¿Queda claro ahora? No necesitamos que todo sea adulto para que sea automáticamente bueno, no pongamos esa etiqueta tan estridente e infantil.

El cine de superheroes ya es bueno de por si. Civil War debería estudiarse en las escuelas de cine para aprender como tratar a los personajes y la construcción de los mismos; Batman v Superman es un portento visual cuándo quiere, al igual que Man of Steel; Ant man es un divertimento fantástico para pasar un buen rato; Doctor Extraño nos habla de como cerrar heridas y avanzar sin estancarnos ni obsesionarnos con el pasado. Todas tienen el tono que necesitan, no el que impone una moda. Pueden gustar más o menos, pero son únicas y funcionan en sus parámetros haciendo que este género este vivo y cada uno pueda buscar sus propias preferencias.

Imaginad que todas tuvieran el tono de Logan, poned en Ironman 3 el tono de Logan, no pega ni con cola, el guión es más alegre, más socarrón, sería como pegarle un chicle encima porque te gusta el rosa.

Pero ojo que esto también va por la moda del año pasado, el humor bruto y zafio de Deadpool e ir rompiendo la cuarta pared de manera constante solo funciona con él, ni siquiera funcionaría con Spiderman y es su paralelismo más obvio.

Lo sé, lo sé. Este artículo es para Logan, pero considero importante remarcar que el tono no es lo que da el éxito, es un todo cohesionado. Todo debe tirar en la misma dirección para funcionar, que sea adulta no es lo que la hace buena, igual que Deadpool no es buena porque rompa la cuarta pared, ni los Vengadores son buenos porque tengan un plano secuencia espectacular. Es un todo. Empecemos por entenderlo nosotros y recemos porque lo entiendan los productores. Si os soy sincero ahora mismo estoy más asustado por Warner que por Fox, la segunda parece haber entendido que si se queda rezagada le salen buenos productos, la primera da palos de ciego con una espada.

Regresemos a Logan.

Voy a hacer el paralelismo más obvio, es Sin Perdón. A decir verdad, es toda la filmografía de Clint Eastwood de los últimos tiempos, un héroe/villano/antiheroe acabado que se sienta a morir y la vida le tira una última piedra. Un tigre moribundo que salta a la pelea para morir luchando.

Se ha dicho y se dirá mucho más que tiene alma de western y no les falta razón, podríamos trasladar la historia al lejano Oeste y no variaría ni un solo ápice, incluso tiene escenas que son propias del género como los especuladores que quieren hacerse con unas Tierras a toda costa. Hasta nos plantan durante una escena una película mítica del género que sirve además a modo de elegía final. Le sienta de fabula todo ese ambiente, se respira en la película, puede ocurrir en el futuro y aprovechar para meter detalles de tecnología, pero el ambiente y la atmósfera es de western.

Hablando de tecnología, me sirve para dar los últimos coletazos de la crítica junto a los villanos. No tienen una entidad muy solida, a decir verdad me importan más bien poco y es una auténtica lástima. Me encanta odiar a Robert Boyd Holbrook, hace de mercenario desagradable y chulesco y da gusto desear que lo maten y tiene algún que otro momento gracioso; a  Richard E. Grant le tengo aprecio por El Gran Halcón así que me gana con su villano refinado, frío y educado, pero no tienen fuerza ni personalidad suficiente para que me enganchen. No cuento la sorpresa evidente que tenían guardada porque es puro musculo y nada más. No tenemos un Magneto, ni siquiera un Stryker en esta película.

En ese aspecto la película cojea bastante porque además me da la sensación continua de que son unos inútiles incompetentes sacados de la peor base militar del mundo. No llegan a representar una amenaza seria y real, no les dan ninguna escena en la que parezcan peligrosos, imparables o sádicos, nada destacable. La mejor escena se la lleva un personaje que esta en la película porque debía estar. Además, la propia tecnología que introducen en la película para demostrarnos que es 2030 va también en contra de estos villanos. La inmensa mayoría va con prótesis ¿Tengo que creer que esta gente son lo mejor de lo mejor si están todos tullidos? Si lo que me extraña es que Laura no los pase a cuchillo a todos sin despeinarse.

Esto ni siquiera es como en El Increible Hulk que al menos los militares tenían una tecnología que suplía sus debilidades físicas a la hora de enfrentar a Hulk. Aquí todos van con pistolas normales y corrientes, y de nuevo es el personaje sorpresa el que presenta mayor batalla.

Si queréis mi opinión, y como estáis leyendo esto la queréis, yo lo habría solucionado de una manera bastante cobarde pero efectiva. Ir hasta el siguiente párrafo para saltaros el destripe de la sorpresa. Habría convertido a X-24 en el verdadero villano, quitando al personaje de Robert Boyd de la ecuación o convirtiéndolo en un secuaz. Si, tendríamos a Jackman interpretando dos papeles importantes, pero entre la diferencia de apariencia y que Draken es un sádico imparable, la gente lo habría aceptado bastante bien. A mi parecer claro esta. Con esta idea cargo sobre los hombros de Jackman el peso adicional de la nemesis de la película, pero ese hombre puede con todo.

Fuera de estos pequeños fallos que seguramente solo veo yo porque soy muy pesado, la película es una despedida muy grande para un personaje y un actor que nos han acompañado más de tres lustros. Es respetuosa con el material original y al mismo tiempo anda su propio camino.

Hugh Jackman nos dice adiós. James Howlett nos dice hasta la vista. Y yo digo que les echaremos de menos.