¡Mirad! ¡En el cielo! ¿Es un pájaro? ¿Es un avión? Es… ¡SUPERMAN!

El extraño visitante de otro planeta que puede cambiar el curso de los ríos, doblar acero con sus propias manos… y que, como campeón de los obreros, libra una batalla interminable por Stalin, el socialismo y la expansión internacional del Pacto de Varsovia.

De todo lo que he leído del bueno de Mark Millar creo que esta es mi obra favorita. A falta de leer Viejo Logan y algún que otro título que despierta mi curiosidad, creo que Hijo Rojo es de lo mejor que ha escrito para mi gusto. Me atrae sus obras, pero al final se queda en la premisa pues los pequeños tropezones que me voy encontrando terminan por desilusionarme. En Civil War no me termina de gustar que Stark sea plantado prácticamente como un villano idiota, en Wanted abusan demasiado de un vocabulario soez solo por ser soez, no me aporta gran cosa que el número de insultos por minuto supere el de palabras, Ultimates esta realmente bien pero detesto demasiado a algunos de los personajes que creó (Ese Hank Pym maltratador reincidente y un Hulk salido no son precisamente de mi agrado) y Kick-Ass… me parece que su adaptación es bastante superior.

Este desvió es intencionado en parte pues quiero dejar claro que todos esos traspiés que me dio (Siempre según mi gusto personal) en sus otras obras, aquí no me los da. Hijo Rojo es una obra con una premisa muy simple y perfectamente ejecutada. Superman aterrizó en la Unión Soviética en lugar de caer en Kansas, fue criado por unos padres que creían en los ideales comunistas y surge como una figura que eleve Rusia a un nuevo esplendor.

Este tipo de historias se suelen basar en este tipo de variantes sencillas ¿Y si Superman fuera Ruso o Batman hubiera surgido un siglo antes (Luz de Gas) ? A partir de esa sencillez se construye un nuevo mundo que puede o no funcionar, dependiendo del escritor. En este caso Millar se esfuerza con estos personajes para que varíen lo justo. Vemos las diferencias con los originales y bastante notorias según el caso, pero son reconocibles más allá de los trajes y los nombres, se comportan como lo harían ellos.

Lex Luthor es un megalomano egocéntrico  que no tiene ningún reparo en hacer cualquier cosa con tal de vencer a Superman; en su mundo original esta aseveración iría para el lado de la maldad, aquí… bueno, tendréis que descubrirlo pero me fascina lo que han hecho con Luthor porque es muy interesante.

En realidad todos los personajes principales son interesantes por las decisiones y los actos que toman y como sentimos que es algo lógico pero no es lo que habrían hecho sus homólogos originales. Superman sigue siendo ese bonachón que quiere ayudar a todo el mundo, sin embargo entendemos el proceso que le lleva a ir acumulando poder y curiosamente jamás con el uso de la fuerza. De una forma muy progresiva vemos como Superman mantiene su sueño utópico al tiempo que su forma de actuar se tergiversa gradualmente.

Creo que los dos mejores ejemplos son:

  • El enfrentamiento con Batman y sus consecuencias.
  • La estocada final de Lex.

En ambos casos, y sin entrar a destripar la trama, vemos lo que ha cambiado en Superman y al mismo tiempo vemos a Superman de toda la vida. Es maravilloso y deja patente que Millar conoce lo suficiente al personaje como para poder desdibujar sus límites de esta manera sin perder la esencia del mismo.

Otros en cambio están más relegados a un terreno que no me gusta ni un pelo. Wonder Woman y Lois Lane no son esos iconos de poder femenino a los que estoy acostumbrado. En Diana esta mejor escondida esa astilla pues ayuda a Superman en varias ocasiones, pero pasado determinado punto desaparece y nunca tiene un verdadero peso en la trama, incluso Batman tiene una fuerza mayor en el relato y no aparece hasta casi la mitad del segundo tercio. Con Lois es aun peor, es la esposa de Lex y ya. No hace nada más en todo la trama salvo estar. Si aparece en escena será por algo relacionado con Lex y poco más.

Incluso cuándo van a darle algo más de entidad quejándose porque Lex esta dejando morir el Daily Planet que es su vida, salta un personaje que no conozco para decirle que no se queje que su deber es estar junto a su marido y apoyándolo. Como comprenderéis este tipo de cosas me molestan bastante y eso que no soy precisamente un adulador de Lois y la mitología de Wonder Woman esta cerca de aburrirme.

Lo dejaré en que son muy pocos números para contar una historia muy amplia y no se podía dar peso a tantos personajes, pero esto se podría haber solucionado solo con un poco de esfuerzo, tampoco pido tanto.

En otro orden de cosas, me gusta mucho el detalle del dibujo. Empieza con un estilo artístico muy clásico que recuerda a los primeros años de Superman y a medida que avanza el tiempo en la historia también lo hace el dibujo hasta terminar con un estilo moderno y realista. No sé hasta que punto puede estar buscado, pero me sorprendería mucho que no fuera intencionado viendo que el arte evoluciona de la misma forma que lo hizo en la realidad pasando por sus diferentes etapas según la década.

No soy muy amigo del dibujo clásico, pero tengo que decir que me gusto mucho el estilo y le da un aire atemporal a la obra.

Ahora una recomendación para aquellos a los que haya convencido para leerla, poned en bucle el tema principal de Superman, el de la serie animada, os prometo que no tiene desperdicio. Me he sentido vibrar gracias a ese maravilloso tema acompañando a la perfección el dibujo.

Eso es todo, Hijo Rojo se ha convertido en mi obra favorita de Mark Millar. Una vuelta de tuerca imaginativa a los mitos de Superman, Luthor, Batman y un puñado más de personajes de Detective Comics con acierto y muy buena mano. Incluso sirve de pie para los que quieran adentrarse en Superman pues no depende de nadie, aunque es agradecido con todo aquel que lleve un bagaje con el personaje.

Aquí lo podéis conseguir si no lo tenéis, una gran historia sin un gran precio.

Batman y Superman – Colección Novelas Gráficas: Superman: Hijo Rojo