En 2001 el World Trade Center es atacado. Las torres caen y el mundo entero se tambalea.

Dentro de unas décadas las nuevas generaciones echaran una mirada atrás y verán ese once de septiembre como un cambio de paradigma en el planeta entero a todos los niveles.

Esta entrada tan agría viene determinada por la misma naturaleza de este arco que estoy a punto de analizar a mi modo. Seamos honestos, Civil War no podría existir en un mundo sin la caída de las torres, sin esa depresión que asoló a todos los estado unidenses. De golpe el mundo era mucho más gris para unas personas que vivían casi aisladas de todo lo malo que ocurría a su alrededor. No es raro que eso acabará llegando al cine, la literatura, la televisión y, lo que nos interesa ahora, el comic.

Me viene a la memoria un pequeño comic dónde veías a todos los superheroes de Marvel recogiendo los escombros, entre los bomberos, la policía y las víctimas. Eso ya nos deja ver que estas cicatrices se iban a prolongar en el tiempo.

El propio inició de este arco ya es un claro ejemplo. Un villano acorralado, un héroe más preocupado por la audiencia que por su entorno y un colegio. La explosión arrasó todo un pueblo, pero la onda expansivas retumbo en todo el universo 616. Era el pistoletazo de salida para que este universo se volviera aun más adulto de lo que ya era.

Ya no eran solo los personajes los que tenían problemas de la vida real. Ahora todo el planeta actuaba de una forma real. Tras la destrucción ocasionada por Nitro el mundo mira a los héroes con un recién adquirido temor.

¿De verdad el mundo esta en buenas manos en esos héroes enmascarados? ¿Confiaríamos en un policía que no me permite verle el rostro?

A nivel de premisa este comic no podría empezar mejor. La idea de que los héroes deberían ser controlados y estar bajo las ordenes de los gobiernos soberanos es original y da mucho juego a todo el que quiera ponerse a debatir sobre esta iniciativa. Pero lo mejor llega cuando descubrimos que no va a ser fácil aplicar la iniciativa de registro de héroes.

El mundo de los superheroes se rompe. Tony Stark es la cabeza visible del lado pro-registro. Siendo el nuevo líder de SHIELD y yendo a las reuniones del congreso, no es extraño que eligiera ese bando, y menos después de su encontronazo con una madre que perdió a su hijo en la explosión de Nitro. La culpa le reconcome y cree a pies juntillas que la solución es convertir a todos los superheroes en agentes del estado.

En la otra punta tenemos a Steve Rogers que se opone frontalmente. Los héroes deben ser adalid de la justicia, deben servir al país no al gobierno. Aquí el personaje dibuja una linea diciendo claramente: Una cosa es que defienda este país hasta mi último aliento y otra es que vaya a ponerme una correa.

Y en medio tenemos a Peter Parker. Su periplo inicia en el lado de Tony, incluso llega a desenmascararse delante del mundo por el bien del acta de registro. Esto lo hace solo para dar más solidez al acta pues el registro es secreto, solo el gobierno tendría acceso a la identidad de los héroes. A pesar de esto, no tarda en darse cuenta de que Tony se equivoca en opinión o en métodos (Podéis elegir entre ambas) y pasarse al lado de Capitán América.

Ambos lados tienen razón y se equivocan en apariencia. Digo esto debido a que esta claro que el guionista se posiciona. Los actos de Tony Stark son buena prueba de ello, convierten al personaje en un villano obcecado más que en un héroe volcado. Toma decisiones amorales y peligrosas; desde la creación de un Thor sintético para luchar hasta el uso de los Thunderbolt como perros de presa.

Tony Stark en Civil War es el villano, junto a Reed Richards y en menor medida Stephen Strange. Si, su punto de vista es coherente y hasta defendible. El problema no es el punto de vista, son los métodos para imponerlo. Le pega una paliza de muerte a Rogers, convence a Peter de que se desenmascare (Con todo lo que ello implica para él y su familia) y no duda en mandar a todo el que tenga a su disposición contra él cuando le traiciona.

Todas estas acciones convierten a Tony en un villano cuando esta lucha debería ser de grises.

Pero no hay gris. Steve Rogers es el mejor personaje de esta historia. Repasemos dos puntos de la trama para justificar la afirmación:

La primera tiene al Castigador como protagonista. Frank nunca ha sido visto con buenos ojos por la mayoría de héroes. Le toleran y poco más. Pero Steve le da la oportunidad de unirse. ¿Qué pasa en cuanto a Frank se le pone a tiro un villano y lo destroza a tiros? Steve le da una paliza y le expulsa.

Steve se ha convertido en un criminal, pero no esta dispuesto a actuar como uno. Esto se ve en el segundo ejemplo. El final de la Civil War. Steve mira a su alrededor, amigos destrozados por doquier, la ciudad en ruinas, los gritos de los inocentes. Se da cuenta de que su lucha a llegado a afectar a la gente que querían proteger. Deja caer su escudo y pierde voluntariamente para que los civiles puedan salvarse.

¿Se nota ya quién es el bueno aquí?

Por suerte esta decisión del guionista queda arreglada en la película. Es un error muy grave que tu opinión como guionista atraviese las viñetas hasta deformar tanto a un personaje. No hablamos de Frank Miller que no le gusta Superman pero al menos lo representa bien, aquí Millar convierte a Tony en un egocéntrico peligroso y desequilibrado.

No puedes decantarte tanto por un personaje, y menos en un arco así donde cuentas con que el lector se sienta tentado de un lado o de otro. El comportamiento de Stark hace que su punto de vista quede empañado y nos decidamos por Steve aunque ambos tengan razones de peso para sus decisiones.

Este hecho no empaña la lectura, pero si que resta puntos. No deja al comic explotar como debería. Por suerte Millar compensa este bache con una historia que va a golpe de efecto sin decaer en un solo instante. La huida del Capitán en el primer arco; ver a Spiderman desenmascararse en público por primera vez en su historia; la muerte de Goliath a manos del Thor sintético; al Castigador cargando con el cuerpo de Spiderman; al Capitán rindiéndose.

Todos esos momentos se quedan grabados en las retinas. Son puro espectáculo emocional. Juegan muy bien con lo impactante y con lo que golpea a nivel emocional en el lector. Yo por ejemplo sentí un escalofrío al ver que el Castigador siente un profundo y noble respeto por el Capitán América. Verle recibir golpe tras golpes diciendo que no piensa responder, ahí ves quién es el ídolo a seguir para Frank, pero el pobre se descarrió por un camino más tenebroso.

Es un gran arco argumental que, a diferencia de otros, parece haber sido creado con mimo. O tuvo suerte de que todas las colecciones tuvieran autores tan capaces para adaptarse bien al evento que partió en dos el universo Marvel. No es algo que recomendaría, pues a día de hoy es bastante complicado encontrarlo entero, (La versión que venden solo es el núcleo del conflicto y te quedan muchos cabos suelos), pero si tenéis curiosidad tras ver la película es un gran añadido. Aunque tenéis que ir con el pensamiento de que esto es otro universo, los personajes no son iguales.

Dicho esto y para terminar, yo estoy muy contento de tenerlo en mi estantería. Es un evento que revolucionó el mundo Marvel en una época en la que los Vengadores estaban de capa caída y no fue olvidado nada más terminar. Invasión Secreta, por ejemplo, no tendría el mismo empaque sin Civil War. En gran parte por la evolución de Tony durante toda esa guerra.

Por eso he escrito esta entrada. No es una obra cumbre del género pero ha tenido una importancia que no se va a olvidar fácilmente.

Y hasta aquí la reseña de hoy. Espero que la hayáis disfrutado.

Hasta la próxima, queridos lectores.

Aquí podéis haceros con él si aun no lo tenéis en vuestra biblioteca.

Civil War (Marvel Deluxe)