Tsukune es un estudiante desastre que al acabar el curso y tener que ir a un instituto de preparatoria (el sistema educativo japones me confunde mucho) se encuentra con que no tiene ninguno. No le han aceptado en ninguna parte. Por suerte su padre se «encuentra» los papeles para una escuela y Tsukune acaba inscrito en ella sin saber que es un colegio Yokai. Un colegio donde los monstruos aprenden a convivir con los humanos y se preparan para vivir en su mundo como personas productivas. Allí conocerá a Moka, Kumuru, Mizore, Ruby, Yukari (vampira, sucubo, mujer de las nieves y brujas respectivamente) y muchos más Yokai que se convierten en el único motivo por el que Tsukune sigue asistiendo a la academia y viviendo mil peligrosas aventuras.
¿Irías a una escuela que no es la tuya solo porque tu padre se ha encontrado, o robado, los papeles para asistir a ella? Llamadme raro, yo no iría a una escuela en la otra punta del país sin saber nada de ella. Suerte para nosotros que Tsukune responde que si a la pregunta y se va en un autobús vacío a ese colegio/instituto, de esa forma tenemos esta divertida serie.
No hablare de su versión original pues aunque tengo los primeros números y conozco gran parte de su argumento, no he profundizado lo suficiente en ella como para poder opinar, aunque soy de la opinión de que es mucho mejor la versión manga que el anime, más profunda, seria, violenta, sin dejar de lado a sus divertidos personajes. Me enfocare por tanto en la versión anime, mucho más colorida, alegre y con una peligrosa dosis de fanservice hacia el espectador.
No tardamos en captar esa última «virtud» de la serie. La aparición de Moka, por poner un ejemplo gráfico, tiene un primer plano de su falda levantándose y mostrando su ropa interior sin ningún pudor. Primer plano por decir algo porque creo que le vi el esófago con esa toma. Y es una tendencia que se repite continuamente. Es una lastima que no aprovechen ese fanservice porque se nota que saben utilizarlo para dar mucho humor, pero la mayoría de veces es solo para que el espectador disfrute de las vistas.
Para mi es mucho más disfrutable cuándo le sacan todo el jugo y las aprovechan para incluir chistes recurrentes, o gags visuales. Por poner un par de ejemplos de lo que yo considero buen uso de ese fanservice: el capítulo de las sirenas tiene una lucha encarnizada a teta y espada entre Kurumu y Yukari por culpa del tamaño de pechos de ambas, por exceso en el primer caso y por defecto en el segundo (Cosa normal, Yukari tiene once años, lo recuerdo por si la gente olvida que esa chica a la que enfocan tanto el culo tiene poca más de diez años), y es divertidisimo. Ver a Yukari lanzarse a agarrar los pechos de Kurumu acusándola de bruja y de que tiene ubres y como Kurumu responde ahogándola con sus propios pechos tiene un componente visual, a nivel de animación, que hace que me tronche. Viene y se va, es solo eso, un chiste más.
Y esa es la clase de fanservice del que deberían abusar, si, tenemos a ambas en bañador y posan y muestran sus atributos para hacer feliz al espectador, pero al que no le guste se puede entretener y reír con los chistes. Lo mismo pasa con Gin, al ser un pervertido siempre estará rodeado de imágenes pervertidas que veremos muy bien, pero al mismo tiempo esa actitud de voyeaur le trae sendas palizas que siempre sacan unas risas.
Dejando de lado ese inconveniente de exceso de planos sexuales, la serie se toma muy poco en serio y al mismo tiempo se sustenta sobre unas bases muy solidas (El manga) verás que la mayoría de tramas son de instituto con monstruo de la semana y muchas situaciones divertidas. Pero luego te dan un giro radical que te angustia y no te desentona nada.
Recordad esos dos finales de temporada. En la primera con Tsukune, que es humano, descubierto por un grupo de Yokais en la escuela que quieren aplicar la regla máxima con él para recobrar el poder que estaban perdiendo. Una trama muy seria, donde vemos un problema real en las escuelas japonesas donde algunos grupos escolares obtienen tanto poder que pueden ponerse por encima de la propia dirección y profesores. Tienen tanto poder y tanto miedo a perderlo que van a quemar vivo a Tsukune solo para reafirmarse y hacer que el resto de la escuela recuerde el miedo.
Es un capítulo muy emocional, basado en traiciones, amistades rotas y recobradas y dolor. Asistimos a una batalla final en que parecen que van a perder. Sé que no pueden perder que siempre surgirá un nuevo poder nunca antes visto que los salve, pero admito que en ese capítulo sentí miedo por perder a alguno de ellos. Estaba tan bien construido que de verdad veías posible que cayeran ante la amenaza. Y siendo el último capítulo de la primera temporada bien podrían darle un vuelco a la serie con una perdida (Al estilo Avatar). Y al final asistimos a un combate increible dónde percibimos que Tsukune no es tan humano como parecía, al menos no ahora.
Este vistazo al poder oculto de Tsukune viene del manga dónde se convertía en un monstruo auténtico, un Ghoul tan poderoso que podría contra Moka en su estado vampiro. Por desgracia ese vistazo se quedo en un mero cameo pues la segunda temporada se alejó del manga y trajo una comedia ligera dónde el harén tomaba el protagonismo casi por completo.
Y de nuevo, al final de temporada tenemos un momento épico que sigue sin desentonar con la serie y volvemos a ver el poder de Tsukune cuando debe combatir contra el padre de Moka (El rey de los vampiros) y soporta los golpes uno tras otro solo por el amor que le tiene a la Moka ilusoria y no ser capaz de decidirse por ninguna de sus amigas. Esto es para alargar la trama, ya dije que los triángulos amorosos mal escritos son el mal, pero aquí esta justificado para la comedia. Aunque esta claro que de elegir, Tsukune se decantará por la versión ilusoria de Moka aunque empiezo a pensar que en el anime se ha enamorado de todas.
De cualquier forma, en la serie asistimos a momentos de auténtica tensión, como el campo de girasoles con la maestra de Ruby y su historia. Aun siento escalofríos y un gran pesar al pensar en esa historia. Eso en mi opinión le da personalidad a la serie. No es el ecchi de siempre pero con monstruos, para eso ya tenemos esa serie donde Nyarlathotep es una chica enamoradiza. Aquí las batallas se sienten épicas, grandes, y da igual lo cortas que sean porque tienen su propia fuerza.
Esta es una de las razones que me llevo a verla y ella tiene y tendrá siempre el privilegio de ser la serie que me hizo querer ver las cosas en japones. Al ver que me lo estaba perdiendo me dio igual tener que leer subtitulos penosos, me la vi entera en japones. Es la primera con la que hice esto, no es mi favorita pero que tuviera ese algo que me hiciera cambiar el chip y verla en japones es suficiente para mi.
Y aun hoy espero encontrarla en físico con subtitulos porque quiero pagar por ella. Creo que se lo ha ganado. Lo he hecho ya con el manga y el siguiente paso lógico es comprarme la serie. Una lastima que nuestro mercado sea incompetente y el del resto de paises sude de nuestro idioma. Por suerte disponemos de gente muy competente que crea unos subtitulos aceptables, monta el vídeo de nuevo y lo sube (Para que luego llegue una productora, se lo descargue y lo venda como suyo) para que podamos disfrutar de estas series.
Y gracias a ellos habrá unos cuantos artículos más como este sobre Zero no tsukaima, Shakugan no shana, Haiyore! Nyaruko-san, etc. Creo que ya se ve mi predilección por un género concreto de anime, podéis hacer cabalas sobre lo que significa o puedo resumirlo, me divierte mucho las situaciones exageradas de celos y a las chicas tirando ficha como si fuera una competición de chapas.
Aquí me despido pensando si me ha quedado algo por decir de Rosario to Vampire, seguramente si pues tiene multitud de personajes con carisma y momento de gloria a lo largo de los episodios. Aun recuerdo la dominatrix de la profesora de matemáticas obsesionada con que Tsukune dejará de hacer cualquier cosa y estuviera con ella o la cariñosa profesora gato obsesionada con el pescado. Y aun me quedo con ganas de más con el director y el conductor del autobús porque sé que en el manga tienen un peso mucho mayor y un poder igual al de Alucard, padre de Moka. Pero todos estos detalles se perderán como lágrimas en la lluvia, o palabras en entradas inacabadas.
Hasta la próxima queridos lectores.