La Tierra en el principio de los tiempos era una posesión de los demonios. Dios se la pidió para dar cobijó a los humanos con la condición de que el séptimo mes del 20XX la Tierra volviera a sus legítimos dueños: Los demonios.

Ha llegado ese momento pero el Arcangel Miguel se niega a dejar morir a la humanidad y decide encerrar a Emanniel, reina de los demonios, en una esfera hasta que pase el plazo de 31 días y el contrato quede anulado dejando la Tierra a los humanos.

Pero ocurre un imprevisto, Kota, nuestro protagonista y un joven algo despistado, irrumpe en el parque dónde Miguel va a encerrar a Emanniel, borracho como un lemur y se pone a orinar justo dónde va a ser encerrada la reina con la mala fortuna de que la misma acaba atrapada en los testículos de Kota y no en la prisión de Miguel.

A partir de ese momento Kota debe permanecer el mes de julio sin eyacular para evitar que Emanniel sea liberada, y todo un ejercito de demonios van a hacer lo imposible para que eso no ocurra. Entre ellos, la diablesa menor Elyse.

Me han quedado un resumen algo extenso pero para ser una comedia romántica más simple que un zapato cuesta horrores resumirla.

Bueno, esto es lo que pasa cuándo un japones ve 40 días y 40 noches y piensa: puedo hacerlo mejor. ¿Y si metemos una guerra de ángeles y demonios en una comedia sobre no masturbarse?

Tenemos que reconocerle que un rato original es el chaval. Shigemitsu Harada como guionista y Takahiro Seguchi como ilustrador nos traen una comedia romántica con una carga erótica bastante elevada y un humor basado en los personajes y las situaciones (Justo mi predilecto). Aviso desde ya, porque me esperaba algo tipo Rosario to Vampire o Zero no Tsukaima y me he encontrado un manga que esta muy cerca del porno, y no entra de lleno en él por vete a saber que razón, porque incluso se llegan a difuminar las partes intimas (Ya sabéis, por ley en Japón es ilegal mostrar el sexo de nadie, de ahí viene el vicio con los pulpos era una forma de saltarse la ley) hasta dejar a todos como si fueran Barbie y Kent.

Yo dejo claro antes de empezar ese detalle por si queréis echarle un vistazo después de ver las sinopsis (A ver que creéis vosotros que me atrajo a mi, sino las sinopsis que contaron en And now for something completely MADAFAKA!!! en uno de sus episodios. Después de escuchar semejante tontería tenía que leerlo si o si. Y poco me ha durado, he leído sus cuarenta y un capítulos en poco más de tres horas. Son muy disfrutables, siempre pasan cosas de manera continua, ¿Qué parece que se detiene?, pues se sacan de la manga una chorrada aun mayor y vuelta al ruedo.

Los personajes son simpáticos, como en toda buena comedia los desarrollan con cuatro trazos pero caen bien en seguida. Miguel es un ángel convertido en un viejo mendigo muerto de hambre que va revolviendo en la basura, Kota es un chaval normal y corriente pero que en el fondo es más bueno que el pan, Elyse es una tsundere de manual, poco que añadir aquí me gana por lo mismo que lo hace Louise en Zero no Tsukaima, algo en este tipo de personaje hace que me gusten desde el minuto cero. Hasta personajes como la reina de los demonios me gusta por sus planes absurdos y su mala leche. Incluso he sentido una lástima increíble por Minayo, y es que en estas historias siempre me ocurre que la chica que se queda colgando me entristece. Es algo que nunca me ha gustado de estas historias, que dejan a algunos personajes como meras herramientas y al final se quedan en la cuneta porque el protagonista tiene que acabar con la protagonista. Ya hablare más adelante de Oreimo que hace esto y encima lo hace mal solo para cabrearme.

Tiene un par de problemas en el dibujo y es que a veces parece que al ilustrador se le ha olvidado que es un transición natural y te encuentras de un encuadre al siguiente con situaciones diferentes que no sabes cómo se ha desarrollado para acabar así, como estar Kota en casa de Minayo y de golpe un médico le esta atendiendo. En este caso aun puedes llegar el hueco, pero otros directamente se saltan a la torera la continuidad. Pero voy a achacarlo a que a lo mejor faltaban páginas, ya que (Evidentemente) no se ha editado aquí y no he podido verlo en físico.

Cada capítulo es una aventura individual en los primeros pasos de la serie y se va ampliando hasta arcos completos al final. Vemos por ejemplo un capítulo en la piscina dónde circuncidan a Kota mediante magia a ver si eyacula, y una vez termina no se vuelve a mencionar. Pero pasado el epicentro de la serie vemos como se conectan un capítulo al siguiente dejando la comedia de situación por una aventura y terminando en los especiales con un romance. Y sabe llevar muy bien ese salto de un género al siguiente, no queda impostado porque desde el principio te dicen que esto va de salvar a la humanidad, y poco a poco van dándole la importancia que tiene, hasta llegar al final dónde la humanidad ya esta a salvo pero la mujer que ama Kota no y tiene que seguir hacia delante.

No puedo ser muy imparcial porque básicamente es mi placer culpable este género de chico anodino le sucede algo extraordinario y se enamora de una tsundere inalcanzable. A fin de cuentas Zero no Tsukaima es mi serie favorita (Sin poner anime o animación delante, es mi serie favorita y punto) y usa los mismos patrones en los personajes principales, solo cambia la premisa pero los personajes actúan casi igual. Para algo son arquetipos. Irene por ejemplo me recuerda a un puñado de personajes de otras series.

El manga y el anime se retroalimentan mucho de sí mismos, acaban usando siempre las mismas estructuras variando la forma o el fondo, y dependiendo del autor puede salir lo más anodino y génerico del mundo, una obra entrañable y simpática (Como es este caso) o una bomba como Evangelion que usa en primer plano todo arquetipo existente para darle una bofetada al espectador al darle la vuelta a todo y crear algo original.

No puedo dejar la reseña aquí, aunque ya tenéis una idea de lo que me ha parecido, porque tengo que hablar de diseños de personaje. Todos los demonios tienen una forma que parece plagiar un personaje de otra serie y al mismo tiempo parodiar al demonio en si, Lucifer parece más ángel que demonio y siempre tiene un rostro que no sabes nunca a que juega o que intenciones tiene, incluso un demonio tiene forma de oveja para cachondearse de que se identifique a una cabra con el demonio. Pero lo que más me ha gustado es Elyse y por una de las cosas más tontas que podéis imaginar. Elyse como diablesa puede ocultarse y pasar por humana, ¿Y qué hace con sus cuernos? Se convierten en parte de su peinado de una forma tan cuca que me enamore en el acto al ver el diseño. Yo me fijo en estas chorradas a la hora de que un personaje me engatuse. Y con ella os dejo hasta la próxima.

Elyse.jpg
Es adorable.