¿Me has dado una hostia? Pues te la voy a devolver pero multiplicada.

¡Qué fácil ha sido resumir Dragon Ball Z! Pues nada, me voy a casa.

Vale, en realidad no es tan fácil, pero en gran medida toda esta serie se resume en peleas que se pierden, aumentan sus fuerzas y vuelven a pelearse y ganan. Empezando con el hermano de Goku, que atrae a Vegetta, luego Freezer, seguido de los Androides y Celula y terminando con Boo. Todo sigue ese esquema, con subidas de nivel constantes hasta el absurdo y momentos dramáticos (O melodramáticos).

Sería injusto analizar este serie con los baremos modernos, pero siendo justos tengo que admitir que resulta una serie muy pesada en según que puntos. La serie no sabe controlar la tensión, el tono y el ritmo en los momentos serios. No solo peca de alargar innecesariamente las peleas, también los momentos de calma entre golpes. Nos encontramos con giros forzados para que las luchas no se detengan o finalicen, personajes cometiendo imprudencias solo para que el enemigo se recupere y pueda contraatacar.

Pero eso lo puedo incluso tolerar, al fin y al cabo la serie se basa en eso, es su esencia, pero el ritmo desastroso que tiene en los momentos más intensos es una carga tan grande que acabo saltando los minutos hasta que pase algo.

Sé que en gran parte es por abaratar costes, solo hay que ver como esas poses de tensión no es más que un dibujo agitado, pero se podría haber solucionado de cualquier otra forma, como acortar los capítulos para no forzar tanto. Imagino que para una serie de visionado semanal es tolerable pero a la hora de ver un capítulo tras otro se ven las costuras.

Llegado un momento incluso los momentos de mayor intensidad, la muerte de un personaje o la derrota de otros tantos, pierden el interés porque sabes que aparecerá Goku con una nueva técnica o Gohan entrara en modo batidora y solucionado. Es el mayor lastre de la serie, trata con todas sus fuerzas de volverse más serie, de aumentar la amenaza pero falla porque no controla bien las herramientas a su alcance.

Por contra la comedia visual y de situación lo bordan. Cada personaje crea su propio humor sin pisarse nunca. En ese aspecto la serie brilla con luz propia al otorgarnos un montón de personajes con carisma y una capacidad única para hacernos reír y hervir de la emoción. Despuntan cuándo son sencillas aventuras, disentidas y apacibles.

Cada vez que un arco se completa tenemos unos pocos capítulos muy agradecidos en los que no pasa nada grave ni grandilocuente y sin embargo es mi parte favorita. Ver a los personajes hablar entre si, verles evolucionar a lo largo de los años, enamorarse, casarse, tener hijos. Los torneos que comienzan como algo inocente son mis favoritos, especialmente el torneo del arco de Boo y el del Epilogo.

Las risas están aseguradas gracias a la propia situación de ver a grandes luchadores bravucones que se ríen de nuestros héroes como si fueran muy viejos o enanos (En el caso de Krillin) y que acaban convertidos en parte del moviliario, incrustados en el suelo.

Acabo de hablar de otro de sus puntos brillantes y es que se le da muy bien introducir a según personajes. Trunks, Pan, Beedle, el Boo bueno, Gohan, Vegetta, Goten, C-18, incluso el simpático mentiroso de Satan, son aparecer y se te quedan para siempre en la memoria, todos en su simpleza derrochan carisma y amor. Todos tienen sus pequeños momentos sean de tensión, acción o comedia.

Escenas como Pan enfrentada a un tío de tres metros lleno de músculos y saber quien de los dos va  a acabar estampado contra una pared es desternillante. Y es curioso como en las propias presentaciones de los personajes, nada más aparecer en pantalla ya nos han ganado. Los realmente memorables, los que recuerda la gente con una sonrisa son aquellos que ya te cautivaban con su primera aparición.

Y creo que eso es suficiente para que la serie este dónde esta, sus personajes han tenido la fuerza suficiente para que no les afecte el paso del tiempo, son simpáticos año tras año. Puede que el ritmo, el tono o el exceso de capítulos pesen, pero Krilin, Goku, Roshi, Pan, Goten, Trunks, Vegetta, Bulma y los demás seguirán en pie para aguantar cualquier problema que tenga la serie y hacernos pasar un buen rato.

Ellos son Dragon Ball y son a ellos a los que les debemos todas esas horas de diversión.

Gracias chicos, gracias Akira.