Danny Rand es un joven que ha pasado los últimos quince años en las cumbres del Himalaya perfeccionando sus habilidades de lucha. Allí es entrenado por monjes guerreros hasta que llega a convertirse en Iron Fist, el protector de su hogar, un luchador poderoso y capaz de controlar el chi. Danny una vez convertido en Iron Fist vuelve a su hogar: Nueva York, dónde se enfrentará a su pasado para recuperar lo que es suyo: la empresa de su padre y su nombre. Allí tendrá que enfrentarse a mucho más que su pasado. La Mano se ha apoderado de la empresa familiar y tendrá que detenerles.

Esta serie se basa en un personaje que de un puñetazo puede derribar un edificio. Es un artista marcial imparable y lleva una horterada de traje. ¿Cómo puedes desaprovechar todo eso y hacer algo aburrido?

Más importante ¿Cómo puedes hacer una serie aburrida hasta tal extremo? Esperaba algo divertido de Ninjas y muchas coreografías de guantazos al estilo de Hong Kong. ¿Qué me he encontrado?  Una serie aburrida sobre empresarios siendo desalmados y desagradables, personajes idiotas, coreografías que dan vergüenza ajena y un protagonista más inútil que una heladería en el Polo.

Puedes jugar con las expectativas del espectador, puedes optar por otra visión del personaje adentrándote en una trama de despachos y traiciones empresariales y no me quejaría porque el personaje tiene esa opción dado su contexto. Lo que no puedes hacerlo es aburrido.

No me importa la trama de ningún personaje. Llego a conectar mejor con los villanos de la serie que con el resto de personajes. No me refiero a los villanos de mentira que tenemos a lo largo de los capítulos porque son personajes principales, me refiero a los villanos de verdad. Me parece que esos villanos lo hacen mucho mejor, sus actuaciones dan en el clavo y generan el suficiente interés como para que quieras seguir viendo la serie solo por sus breves escenas.

Al final, Iron Fist es el ejemplo perfecto para ilustrar lo que ocurre cuándo no se tiene nada claro que dirección tomar. La serie abre ante ella múltiples vías, todas validas, pero no termina de hacer bien ninguna. Tenemos la trama  de altas esferas en la que Danny debe desenvolverse para recuperar lo que es suyo; los dos hermanos implacables que hacen cualquier cosa por mantener y hacer triunfar su reino empresarial; los dilemas morales de cierto personaje que lucha aun sabiendo que lo hace de una forma contraria a sus creencias. Todas ellas tienen potencial y podrían hacerse bien, pero en su lugar tenemos escenas absurdas y decisiones estúpidas.

Además de fallar en algo clave: Danny Rand. No puedes presentar a un personaje que lleva 15 años entrenando, que toda su adolescencia ha girado en torno a ser el mejor y fue elegido para convertirse en un arma viviente; y justo después verle recibir más palos que una piñata. Daredevil puede recibir, Punisher, Luke Cage, Jessica Jones, todo estos héroes son de la calle, no tienen una preparación adecuada y a excepción de Matt ninguno tiene conocimientos profundos de combate cuerpo a cuerpo. Pero que acribillen a golpes una ocasión tras otra a Danny Rand me parece de no querer cuidar ni el más mínimo detalle. Vale, La Mano puede estar preparada para contrarrestar las técnicas del Iron Fist ¿Pero un simple camello?

Esto es lo que ocurre cuándo no sabes por dónde tirar con tu personaje y emulas lo anterior y tiras hacia delante porque ya no puedes detener la maquinaria para replantearte las cosas. Yo entiendo que tuvieran problemas de producción y Netflix quería la serie para tal fecha; entiendo que las coreografías de lucha no sean muy allá; incluso acepto que saques el puño mágico de pascuas a ramos porque cuesta un pastón (Y encima cutre a más no poder, que Flash te saca a un tiburón gigante humano y me lo creo más que el puño de plastilina de Danny Rand); pero no me fastidies que ni siquiera puedes hacer que venza en las peleas sin apeñas rasguños. Desde el episodio uno parece que lo va a matar cualquiera, va a llegar Stan Lee con noventa años y lo va a matar a bastonazos.

Y si me dijerais que al menos es como Luke Cage y tiene personajes con algo de interés o carisma suficiente como para que les aguante 13 episodios, pues bueno. Pero no, en su lugar tenemos gente egoísta e infantil que piensa con los pies. Es de un absurdo tal que dan ganas de ir a Nueva York y darles una paliza a todos esos personajes (Porque está claro que hasta yo les puedo).

Aun queda lo mejor: El Ritmo. El ritmo de esta serie es como una mezcla de anfetaminas con calmantes. Irregular es decir poco, da unos acelerones y unos frenazos que seguro que a algún espectador le ha dado dolor de cuello. En unas cosas insustanciales se recrea hasta que te mueres del asco y en otras vamos a meter el turbo porque si. Ni siquiera sabe dónde debe y no debe detenerse. Actúan como si la planificación se hubiera hecho lanzando dardos a un tablero con los minutos dedicados a cada trama.

No voy a dedicarle más tiempo a esta serie. Ni siquiera voy a comentar detalles de la misma. Ya he perdido demasiadas horas de mi vida viéndola completa por si había algo que rescatar. ¿Ni una triste escena del pasillo con un personaje como Iron Fist?

Esperemos estar ante un caso Hulk y que Danny Rand se luzca al estar interactuando con los demás Defensores.