Los perdedores, un grupo de alumnos marginados de Derry, empiezan el verano tratando de encontrar a Georgie, el hermano pequeño de uno de ellos, desaparecido hace meses durante una tormenta. En su lugar se encuentran con el terror absoluto, un payaso de pelo rojo y tez blanca les persigue mostrandoles sus mayores miedos y nadie parece ser consciente de ese ser amenazador salvo los niños.

Sin haber leído la obra de King, pero si su adaptación televisiva, tengo que decir que esta película es muy buena. Pocos fallos le he visto, algunos vinculados a que no se puede hacer una película de seis horas. Incluso me alegró comprobar que uno de mis miedos causado por los trailers no se llegó a materializar.

Temía que hicieran a Pennywise un ser oscuro y amenazador sin más, al más puro estilo Annabel (Odio el diseño de esa muñeca, con lo tétrico que es el original) solo para demostrarnos: ESTE ES EL MALO. Es algo muy común en los últimos años, en el cine de terror se nota que tratan al espectador como si fuera idiota, guiando los sustos a base de golpes sonoros o creando diseños que no dejen dudas de que el mal absoluto y arcaico vive en ellos. En los golpes sonoros si que peca bastante la película, y creo que mejoraría eliminándolos pues crea un desasosiego importante en la mayoría de escenas si no estas seguro de sí has visto algo o no.

Por suerte Pennywise no entra en esta categoría. Da miedo cuándo debe darlo, pero resulta gracioso y seguro cuándo debe serlo. Esto es vital en la primera escena cuándo habla con Georgie, si lo hubieran hecho un monstruo sin más no me habría creído que un niño se acercase a hablar con él, en cambio resulta gracioso y entiendes que te sientas tentado a acercarte a él. El peligro estaba bajo la superficie, como si te acechará un tiburón pero solo vieras la aleta y pensaras que es un delfín (Los payasos del mar).

Así que la película ya me muestra un antagonista que me gusta. Bill Skarsgard nos presenta una actuación menos cómica que la de Tim Curry pero más sutil. No tenemos los desvaríos estrafalarios del primer Pennywise, aquí vemos algo que sabe como crear una falsa seguridad al tiempo que te deja claro el mensaje de que es un depredador que esta jugando con su presa. Esto último es muy importante porque mucho de los gestos y movimientos que hace nos van dejando claro a nivel subconsciente que no es humano (Poderes a un lado, claro) y es que en muchos momentos vemos comportamientos animales. Sin entrar mucho en spoilers cuándo It debe sentir miedo, lo expresa como un animal arrinconado, no como una persona asustada. Son pequeños detalles que dejan su poso y que me han encantado.

Los protagonistas, sin embargo, son otros. Vamos a hablar de los Perdedores. Los niños están maravillosos. Diferentes unos de otros pero sin caer demasiado en sus estereotipos, son niños sin más. Te harías amigo de ellos solo con estar unos minutos a su lado y eso se transmite muy bien y te ayuda a entender la rapidez con la que Ben, Beverly y Mike acaban unidos al grupo de una forma tan profunda.

Mis favoritos sin duda han sido Beverly, Ben y Richie. Sophia Lillis hace un papel inmenso y transmite sus emociones a la perfección, además es la más inteligente del grupo y la que les salva más de una vez. Me ha sorprendido también comprobar la versatilidad de Finn Wolfhard, pues su Richie en nada se parece a su papel en Stranger Things y eso me gusta y me hace tener esperanzas en este chico en el futuro.

Pasando a la película en sí, me gusta mucho como esta construida. La forma de avanzar es muy natural, la información que encuentran no sale de la nada y tampoco se inventan las teorías para que cuadre todo. El final, por ejemplo, como descubren la forma de enfrentarse a It es natural y no la dicen, la muestran. Así sabes de dónde proviene la debilidad de Pennywise.

Muestran muchas cosas que no llegan a decir nunca. Notamos que algo en Derry no va bien, algo ajeno al payaso. Los abusones campan a sus anchas, nadie hace nada, todos parecen estar absorbidos por la indiferencia y enfurecen cuándo alguien trata de hacer algo. Derry es una ciudad maldita desde sus cimientos y dejan de forma ambigua que sea a causa del propio It o que Eso se haya sentido cómodo en Derry por la naturaleza vil de sus habitantes. Es algo que fallaba en la serie de los 90, seguramente porque faltaban dos horas de película que tuvieron que cortar, y aquí esta más conseguido. Sientes que el propio pueblo es un lugar maldito que maltrata todo signo de inocencia o bondad. Me gustaría que hubieran ahondado más en esto, pero entiendo que la película no podía mostrar todo eso y mantener el núcleo duro en Pennywise y los perdedores, por lo que me parece que hicieron muy buen trabajo a la hora de mostrarlo bien sin que quedase un pegote.

Como punto negativo diría los efectos de sonido, y es que no me gusta que traten de asustar a golpe de tambor, le resta fuerza a la tensión ya que es un truco barato. Digo efectos de sonido porque la banda sonora me ha gustado, en especial las persecuciones pues tienen unos ritmos adrenalínicos que te dejan al borde del asiento.

No puedo decir que sea una película de terror, pues me he pasado las dos horas con una sonrisa de gozo (Que cambiaba en pocos momentos a una de furia contenida, lo que la veáis sabréis que escenas me han enfurecido). Mantiene muy bien la tensión y crean una atmósfera malsana incluso a plena luz, no se contiene y se oculta en las sombras es capaz de generar mal cuerpo en cualquier lado, a It no le importa que haya luz o no. La consideraría una versión oscura y siniestra de los Goonies o Stranger Things.

Lo más importante para el final, se me va a hacer muy larga la espera de la segunda parte y eso es lo mejor de la película, te deja con ganas de más. Quieres volver a Derry.

¿Y vosotros? ¿Queréis flotar en Derry?