Estamos ante el nudo de la serie, un fragmento que me gusta mucho y que al mismo tiempo le noto cojear otro tanto. La mayor falta que le veo es la ausencia de Ryuk en la mayor parte de estos capítulos. Se deshacen de uno de los personajes más carismáticos de la serie y no hay un sustituto a la altura, ya sea en forma de personaje o de trama.

Estamos en un arco que comienza con el encierro de Light y Misa para comprobar si son Kira, y como Light y Misa renuncian al cuaderno para no recordar nada y así despegar las sospechas sobre ellos. De esta forma entramos en una etapa de la serie en la que Light deja de ser el egocéntrico psicópata que hemos visto hasta ahora.

Su personalidad vuelve a su estado inicial, pareciéndose mucho a su padre pero con el cerebro privilegiado y a la altura de L. Light es simpático y agradable en este arco, me gusta esta versión que no ha sufrido la corrupción de poder del cuaderno, que comulga en parte con Kira pero le parece poco ético el exceso de poder que ostenta y como lo usa. Es un personaje que a mi me cae mejor y me hubiera gustado que la serie hubiera girado en torno a eso y que no hubiera recobrado la memoria nunca. Habría sido una evolución de personaje interesante pues con el tiempo llegaría a descubrir que fue Kira, pero no tendría los recuerdos ni sabría como llegó a ese estado por lo que crearía conflictos y dilemas muy interesantes.

En su lugar una vez termina el arco volvemos a la casilla de salida con Light, recobra su memoria y nos hacen testigos del brillante plan que tenía entre manos desde el principio. No quiero quitarle peso a esa revelación y lo que se disfruta viendo que Light se ha adelantado a todos creando un plan casi perfecto para librarse de la culpa, pero sigo sintiendo esa espina de lo que pudiera haber sido.

Otro problema lo tengo con el nuevo Kira. ¿Por qué tenemos que aguantar a otro obseso sexual? ¿Por qué Japón se obceca en tirarme este tipo de villanos a la cara? No quiero pervertidos sexuales en todas las series, ya tuve que aguantar dos en Sword Art Online. Este disgusto entronca con Misa y su sexualización sin prisa pero sin pausa rumbo de colisión en el tercer arco. Es gracioso porque aquí Misa parece lista, más allá de ser una herramienta narrativa resulta genuinamente inteligente por momentos y los momentos en los que deja de serlo están mejor camuflados, como si fueran berrinches infantiles de una actriz con un ego a la altura de Light. La forma en que Misa engaña al nuevo Kira (Higuchi), usando a Ren y las propias ansias de Higuchi por poseer a Misa en su contra. Es un momento en que Misa brilla, y todo este arco tiene esos pequeños destellos que acentúan aun más lo molesta que es cuándo los guionistas se olvidan de esta personalidad que le dan y vuelven a darnos el objeto sexual que les gusta.

Acabo de mencionar a un nuevo Kira, el tercero, Higuchi. Es un alto directivo de una empresa y junto a siete compañeros deciden matar a la competencia para que su empresa suba como la espuma y ellos ganen poder y dinero. La premisa no puede ser más interesante, un Kira que sigue matando criminales para tapar las muertes de directivos de todo el mundo. No solo eso, Kira actúa bajo la decisión de un consejo, ocho personas que se reúnen para decidir a quien matar y de que manera para que no se note.

Además, los personajes más secundarios tienen sus momentos para brillar en esta investigación, en especial Matsuda es el que más protagonismo gana en este arco aunque sea por su entrañables meteduras de pata que salen bien por casualidad.

Es curioso porque Matsuda tiene una tontería similar a la de Misa, pero es menos molesto en este caso porque a Matsuda no lo obligan a ir enseñando cacho cada dos fotogramas.

También presentan nuevos personajes, una ladrona profesional y un estafador con pico de oro. Os diría sus nombres pero la primera es un florero bonito y el segundo es igual de olvidable. Tienen potencial pero no se llega a explotar más que como herramientas. Los personajes necesitan engañar y vigilar a Kira, pues nos sacamos de la manga una copia de Catwoman/Viuda Negra y listo.

Lo peor es que se vuelve a repetir un problema del primer arco, detalles que parecen abrir tramas que no se vuelven a mencionar. Hay un dialogo muy breve entre el jefe Yagami y la ladrona que da a entender que llevan mucho hablando entre ellos y tienen una relación de trabajo bastante estrecha, que se conocen mutuamente, pero no hemos visto nunca nada similar, ni siquiera han interactuado juntos antes. Este tipo de diálogos esta bien para crear algo más grande que deje ver que tras lo que vemos los personajes viven otras experiencias, pero aquí queda mal porque en ningún momento hemos visto que se hayan cruzado ni una sola mirada.

La animación y la banda sonora siguen siendo uno de los puntos más fuertes así como los diálogos entre ambos protagonistas, pero la trama de Kira se vuelve aun más un elemento secundario, un caso como cualquier otro para que los personajes investiguen. No se le termina de dar el empaque que debería tener la existencia de algo como Kira. Esto llegará en el tercer arco, pero no de la forma más acertada.

Estamos ante una serie con síntomas de cansancio evidentes. El final de este arco parece el final de la serie al que se le añadieron elementos para alargarla. Tenemos el final de L, la muerte de Ren y la victoria de Light. Todo da una sensación de cierre en la que Kira ha vencido. Es la primera vez en toda la serie en que uno de los dos bandos gana de manera aplastante sin que la contrapartida tenga posibilidad de replica.

No puedo asegurarlo pero creo que si hubiera terminado de esta forma, alguno se habría enfadado por no ver el mundo de Kira, pero sería una serie más redonda.

Pues ahora nos queda el declive. Nos queda el arco que al igual que Misa, tiene destellos pero va cuesta abajo y sin frenos.