Un cuaderno, con la habilidad de matar solo con escribir el nombre de una persona pensando en su rostro, cae a la Tierra, a los pies de Light. Light, un joven brillante e introvertido, tiene en su poder una herramienta para cambiar el mundo y Ryuk le contará sus secretos.

Era muy difícil que esto saliera bien. A decir verdad, tras terminar de verla entiendo que la gente pueda llegar a odiarla con toda su alma. Es una adaptación nefasta, no respeta ninguna regla, ni a los personajes, ni las situaciones. Es una película que busca hacer su propio camino desde el mismo punto de partida, al tiempo que es todo lo irreverente que puede con el material original. Irreverente, que no insultante. Aunque no respete nada su origen, si que parece que lo tiene en consideración.

Eso es uno de los aspectos que me hace verla con buenos ojos, el otro es que se aleja tanto de lo que esta adaptando ofreciendo algo que es entretenido que no me siento insultado como si lo hace Dragon Ball Evolution o la que reseñe hace dos días, Batman & Harley Quinn. Es un extraño y delicado equilibrio el que mantiene esta cinta conmigo, un paso a un lado u a otro y me lanzaría con una antorcha a por él, sin embargo he dejado a un lado dicha antorcha y me he quedado mirando que pasaba minuto a minuto con interés.

No sabía que iba a pasar. Al cabo de unos minutos me empezaba a dar cuenta de que estaba ante algo nuevo que podría irse por cualquier rumbo y eso me mantuvo enganchado la hora y media que dura. A eso añadid un ritmo endiablado, no para ni un solo segundo. No tiene tiempo que perder así que todo lo expone y lo avanza sin detenerse.

Este ritmo podría ser contraproducente pues tenía mucho que contar en poco tiempo, pero por suerte el director aprovecha muchos trucos para ir aligerando cosas. Light es un genio y un inadaptado, y lo muestra haciendo ejercicios de otros alumnos a toda velocidad. No tiene a nadie cerca y nadie le hace caso salvo para sus trapicheos. Después intenta hacer lo correcto y le muelen a golpes para después castigarle en lugar de ir a por el matón.

Son detalles uno tras otro que delimitan y definen al personaje y el camino que va a tomar. Nos están enseñando con rapidez como el sistema en el que vive no premia, castiga, y rara vez castiga al que se lo merece.

Este Light no es el alumno modelo e idolatrado, pero es que tampoco estamos en la misma cultura. Nadie se iba a creer que en Estados Unidos la gente idolatrase al alumno más brillante. Yo no me lo iba a creer, así que en lugar de mantener a Light lo adaptan al entorno y parte de su personalidad la traspasan a Mia (La Misa de esta versión).

El personaje de Mia es algo que agradezco infinitamente, hay un par de machismos en ella y en sus escenas, pero al menos le han dado un peso en la trama que Misa no tenía. Mucho de lo que veíamos en Yagami esta en Mia. La ambición, el ego desmedido, el estar completamente convencida de que son dioses, todo esta en Mia. Esto deja a Light como un chico con buenas intenciones, muy inteligente pero con una moral bastante más solida que Yagami.

Esto no es malo, nos permite abordar cosas distintas, como las consecuencias a largo plazo para una mente que tiene que soportar esta carga. A Yagami o Misa nunca los vimos afrontar emocional o psicologicamente el peso de estar ejecutando a miles de personas. Aquí tampoco lo vemos en profundidad, pero se intuye que tiene un precio.

L y Ryuk tampoco se quedan atrás en cuánto a cambios. Ryuk pierde parte de su propósito como alivio cómico para pasar a ser un ente ajeno que incordia y da información. Al Shinigami se le dan muchas escenas de terror para que se luzca, y tiene carisma, pero no llega al original que tenía una personalidad mucho más atractiva. Este Ryuk es más parecido a un demonio occidental, no parece estar aquí por diversión, más bien porque es su trabajo. Incluso tiene que forzar en más de una ocasión a Light, algo que no me termina de convencer (Aunque en la primera escena tiene sentido para mantener el ritmo).

En cambio L, ha sido cambiado para peor. El genio sigue ahí dentro, pero es una bomba de relojería emocional. No parece aceptar cuándo le ponen en jaque, es como un tigre acorralado y no piensa con frialdad. Sus primeras escenas me gustan, mantienen el estilo de L, pero a medida que nos acercamos al final es como si fuera una carcasa de hielo rajada por un núcleo de magma. Es inestable y peligroso. Es el único cambio que tendría que meditar si me convence, porque parece un giro vacuo, puesto con la única intención de ser un detonador para el acto final.

Creo que podríamos quedarnos con esto último para terminar la reseña. Death Note es una adaptación que cambia todo lo que le conviene para poder contar la historia que quiere contar. Adam Wingard parece querer contar un guión original usando los personajes y premisas de Death Note y no le preocupa ser incoherente o irrespetuoso y esto, aunque en otros proyectos si me enfadaría, aquí lo tolero porque siento que Adam Wingard nos ha entregado lo que él quería ver. Aunque no nos guste el resultado. Esto es algo muy diferente a entregar un producto sin alma manufacturado por un ejecutivo que solo quiere dinero rápido.